Era «el diputado más auténtico», decían antaño de Alberto Rodríguez en Podemos, donde ahora se hacen cruces tras conocer la integración de la formación personalista del exdiputado, Proyecto Drago, dentro del regionalista Acuerdo del Turia pergeñado por Íñigo Errejón y Joan Baldoví, diques de contención en Más Madrid o Compromís ante un hipotético pacto estatal con Podemos o incluso con Sumar.
El portavoz morado Pablo Echenique asegura que no hubiese imaginado que «Alberto Rodríguez acabaría con Errejón y Baldoví», contra los que el canario bregó en su etapa como secretario de Organización de Podemos.
Otra voz autorizada de Podemos, Pablo Fernández, ya advirtió las dudas sobre el nuevo partido de Rodríguez y recordó que «el proyecto que está gobernando en Canarias y el proyecto que está sacando adelante medidas para una mayoría social es el proyecto de Podemos y de Noemí Santana».
EL PROYECTO DRAGO
Rodríguez lidera el Proyecto Drago tras romper el carné de Podemos, supuestamente porque sus excompañeros no le defendieron lo suficiente ante la escandalosa retirada del acta de diputado tras ser condenado por el Tribunal Supremo.
Esta formación que se suponía que iba a ser «de obediencia canaria» no ha tardado demasiado en coaligarse dentro del Acuerdo del Turia con el errejonismo: Compromís, MDyC (Ceuta), Més por Mallorca, Mas País, Chunta Aragonesista, Verdes Equo y CpM (Melilla) y Proyecto Drago.
Más País intenta compensar su falta de implantación territorial en las islas, especialmente tras no fructificar un acuerdo con Nueva Canarias, mientras que Drago asegura que la «horizontalidad» del errejonismo les ha acercado a ellos.
«Compromís, Més por Mallorca, Chunta Aragonesista, Más País, y Verdes Equo, comparten líneas comunes con nuestro espacio que nos permitirán trabajar coordinadamente cuando se considere necesario: el arraigo en el territorio, valores como la justicia social o la ecología, y el cuestionamiento con claridad de la visión centralista y excluyente del poder político en el Estado», asegura el Proyecto Drago.
También dicen que en el Acuerdo del Turia se defiende el «autogobierno efectivo en los territorios, una defensa indiscutible de los servicios públicos y una transición ecológica y de modelo productivo que sea justa para la ciudadanía de nuestros pueblos».
Un «autogobierno en territorios» que voces de Podemos recuerdan que Rodríguez no contemplaba cuando llamaba a los diferentes barones regionales morados para imponerles la línea que se marcaba entre 2019 y 2021 desde Madrid.
El Proyecto Drago, según su acta fundacional, no parecía contemplar aliarse con fuerzas estatales y decía que surgían por «la defensa del territorio y de las personas que vivimos en él, respeto a las realidades diversas de las ocho islas y capacidad de decisión desde aquí en todo lo que nos afecta».
ASÍ NACIÓ EL PARTIDO CANARIO
Alberto Rodríguez asegura que su partido nacía siendo «un espacio con clara vocación de incidencia social y política, con gente de toda Canarias y confederal. De carácter archipielágico, que entienda que Canarias no es solo Tenerife y Gran Canaria».
«Aquí vivimos más de 2 millones de personas, más la población flotante, y yo creo que somos una sociedad con la suficiente madurez política para tomar nosotros las decisiones aquí y por eso para nosotros es fundamental», añaden.
El Proyecto Drago, explica la propia formación, es «una herramienta sociopolítica de obediencia canaria, transformadora, valiente, soberana, sin ataduras, de progreso, confederal; un instrumento con el compromiso de impulsar una verdadera política canaria nueva».