Normalmente, y más con la feroz competencia de los bancos para captar clientes, se da por hecho que te darán una tarjeta de débito y otra de crédito para uso habitual. Sin embargo, el uso varía mucho entre usuarios: unos ni tocan la de crédito y solo utilizan la de débito, que no da sustos y controlas mejor tu gasto; otros optan más por la de crédito porque saben que el cobro ya ser hará al siguiente mes o puede fraccionar pagos. De cualquier forma, la OCU una vez más te aconseja como hacer un uso sabio y eficiente de unas y otras.
Vamos a ver cuándo usar una u otra, si bien hay que tener en cuenta que en ocasiones estás obligado a sacar tu tarjeta de crédito si o si, por ejemplo para alquilar un vehículo y que te retengan una cantidad en materia de fianza. En verano, Navidad y ahora en rebajas es cuando más «tiramos» de ella, y vamos a ver si es adecuado o si estamos obligados a ello.
6LA TENTACIÓN DE LA TARJETA DE CRÉDITO
Sobre todo hasta ahora, que había crédito muy barato, sin inflación ni tipos de interés altos o incluso casi a cero, la tarjeta de crédito podría ser lógica. Pero cuidado, porque muchos usuarios no miraban ni miran si es o no más conveniente, sino que tiran de esa sensación psicológica de no gastar tanto al retrasar el pago o fraccionarlo, cuando en realidad pagarás más al final y te acostumbras seguramente a sobregastar por encima de tus posibilidades. Así, vas acumulando pagos pendientes y esto puede derivar en una castillo de naipes que colapse.
Pero la OCU considera que hay casos donde es mejor el uso de esta en detrimento de la de débito, que pagas en el momento, sin aplazamientos pero sin sobrecoste.