domingo, 15 diciembre 2024

Esto es lo que puede pasar si no lavas la toalla con frecuencia

¿Cada cuánto lavas la toalla que usas en el baño para secarte la cara, las manos y el cuerpo? Aunque no lo parezca, este esponjoso pedazo de tela que nos envuelve agradablemente cuando salimos de la ducha, es un verdadero caldo de cultivo para gérmenes y hongos. En ellas se acumulan con mucha facilidad células de piel muerta, secreciones corporales de todo tipo, ácaros y demás agentes patógenos. Sí, aunque nos acabemos de lavar con jabón cada vez que la usamos. Y es que la toalla reúne las condiciones perfectas que les gustan a los microbios: humedad, temperatura cálida, pH neutro y oxígeno.

5
USAR SOLO TRES VECES Y SECAR MUY BIEN

toalla

En cuanto a la frecuencia con la que se debe cambiar la toalla por una limpia y fresca, durante un tiempo los espeso aconsejaban que se hiciera una vez por semana. Sin embargo, ahora se considera que una semana de uso es demasiado tiempo. Según expertos en microbiología y patología, en el caso de secarlas por completo después de su uso, no se deberían usar más de tres veces. Si la toalla permanece húmeda en el baño, entonces conviene lavarla todavía antes. El secado entre un uso y el siguiente es una clave importante, ya que la humedad favorece la acumulación y el crecimiento de moho y bacterias. El problema es que en determinados espacios sin ventilación adecuada, no siempre llegan a secarse las toallas. Una buena opción es colocarla en un tendedero después de usarla para favorecer que se seque cuanto antes.