Tomarse una bebida alcohólica para relajarse es un gesto habitual cuando nos reunimos con amigos o queremos celebrar un evento o una ocasión especial. Es algo que forma parte de nuestra cultura y que hacemos con normalidad para disfrutar de ese agradable efecto que provocan las bebidas espirituosas. Sin embargo, es algo que se debe evitar a toda costa si se están tomando medicamentos, ya que puede afectar a nuestro organismo de formas muy diferentes.
8MEZCLAS CON EFECTOS QUE SE PROLONGAN EN EL TIEMPO
Muchos fármacos interactúan con la bebida porque afectan a la capacidad del hígado para descomponer el alcohol. Por eso, si se mezclan es normal experimentar efectos como náuseas, vómitos, enrojecimiento de la cara, mareos, dificultad respiratoria o taquicardias. Pero eso es algo que puede ocurrir al beber alcohol, aunque hayamos interrumpido el tratamiento.
Es el caso del metronidazol un antibiótico que sigue actuando en el organismo al menos 24 horas después de dejar de tomarlo. Algo similar ocurre con la acitretina, un componente que se usa para tratar enfermedades cutáneas como psoriasis o cáncer de piel. La acitrecina se transforma en etetrinato, una sustancia peligrosa que puede provocar defectos de nacimiento.
