Tomarse una bebida alcohólica para relajarse es un gesto habitual cuando nos reunimos con amigos o queremos celebrar un evento o una ocasión especial. Es algo que forma parte de nuestra cultura y que hacemos con normalidad para disfrutar de ese agradable efecto que provocan las bebidas espirituosas. Sin embargo, es algo que se debe evitar a toda costa si se están tomando medicamentos, ya que puede afectar a nuestro organismo de formas muy diferentes.
4LOS EFECTOS SECUNDARIOS SE POTENCIAN
Otro de los problemas de combinar fármacos con alcohol es que los propios efectos del alcohol, que suele ser la somnolencia, se suman a los que tienen algunos medicamentos, a veces muy similares. Es decir, los efectos secundarios se pueden multiplicar en diferentes intensidades dependiendo de factores como el peso, el sexo, la edad, el estado de salud o la resistencia genética. Los grupos más sensibles a que se produzca esta interacción son las mujeres, las personas mayores y los pacientes hepáticos. Incluso los medicamentos sin recetas o de herbolario pueden interactuar con el alcohol.