Cuando llega la Navidad todo es luz y color. La cenita con los familiares, las luces, el Belén, el árbol y los regalos. Vamos a comprar los regalos y la cena sin medida, porque “solo es una vez”. Algunos gastan incluso más de lo que tienen recurriendo a tarjetas de crédito o ahorros que no tenían pensado gastar. Pasados los Reyes, llega el momento de enfrentarse a la cuesta de enero. ¿Es posible?
6Haz un plan para alivianar la cuesta de enero
La cuesta de enero se siente cuando hay que hacer gastos y no se tiene dinero a mano para solventarlos o la cuenta bancaria queda tiritando. Una vez que estipulamos cuáles son esos gastos de los que podemos prescindir, tenemos que hacer un plan para evitar tentaciones y eliminar gastos excesivos. Solo así se cambiarán los hábitos de consumo que no nos benefician. Si sabemos hacer esto, podremos decir que la cuesta de enero no existe para nosotros. Elimina de tu vida todo aquello que te invite a comprar de manera impulsiva, como seguir a determinadas cuentas en redes sociales, caminar cerca de centros comerciales o hacer apuestas online.
