Cuando llega la Navidad todo es luz y color. La cenita con los familiares, las luces, el Belén, el árbol y los regalos. Vamos a comprar los regalos y la cena sin medida, porque “solo es una vez”. Algunos gastan incluso más de lo que tienen recurriendo a tarjetas de crédito o ahorros que no tenían pensado gastar. Pasados los Reyes, llega el momento de enfrentarse a la cuesta de enero. ¿Es posible?
2La cuesta de enero parece que no llega nunca
Después de los excesos de diciembre y la resaca del día 5, llega el momento de enfrentarse a la cuesta de enero. Cuando el ciudadano se encuentra con el júbilo de ver a los familiares y amigos pareciera que ese instante de acongoja no va a llegar nunca, pero llega. La incertidumbre económica aprieta y cada gasto cuenta.