Las alitas de pollo son una de las delicias que le gustan a la mayoría de las personas. Pocos hay que rechacen un plato que las lleve. Normalmente suelen presentarse fritas y, quienes se derriten por ellas, deben decir que no para cuidar la línea o seguir tratamientos médicos. La forma de cocinar un plato puede incidir mucho en la respuesta de los comensales. Pero ¿qué pasa si encontramos otra forma de cocinarlos? Una manera en el que nadie podrá decir que no. ¡Es posible y te contamos cómo!
3Alitas de pollo guisadas: una salsa de tomate es el secreto
Para que las alitas de pollo queden de rechupete, haremos una salsa de tomate casero que otorgarán al plato de un increíble sabor y jugosidad. Quedarán espectaculares y el prácticamente el 100% de las personas que estén contigo querrán saber cuál es el secreto para hacer el plato que se les está deshaciendo en la boca.