Existen personas que le tienen asco a la coliflor porque dicen que huele o sabe diferente. Deciden desechar de esta manera un alimento que podría ser de mucha utilidad para crear platos realmente deliciosos. El olor depende de la cocción que le dé el cocinero o la cocinera. Por ejemplo, sino queremos que huela probablemente un hervido excesivo no sea lo más acertado. Más allá de este producto en sí mismo, hay unos ingredientes que consiguen que el sabor se transforme en una delicatessen digna de los mejores platos ‘gourmet’.
2Ingredientes para la receta más dulce
Los ingredientes que necesitaremos son: una coliflor mediana o grande, una naranja, 50g de almendras, una cucharada de miel, 10g de mantequilla, aceite de oliva virgen extra, sal fina, pimienta negra recién molida y un trocito de cayena. Empezamos retirando la piel de media naranja evitando la parte blanca. Con la ayuda de un cuchillo afilado, cortamos la piel en tiritas finas de uno o dos mm de espesor y reservamos. Ponemos agua con sal en una olla hasta el punto de ebullición. Cortamos la base de la coliflor y retiramos las hojas.