Los roscos de vino son unos dulces típicos navideños realmente deliciosos. Antaño se vendían en los surtidos de polvorones y mantecados y eran muy codiciados porque solo se incluían un par de unidades. Hoy día se pueden comprar a granel para no quedarse con las ganas, pero prepararlos en casa es otro nivel. Son mucho más fáciles de lo que crees y quedan perfectos siempre, con el sabor y la textura clásica y ese aroma único del anís y la naranja que le da ese toque especial.
8ALGUNOS CONSEJOS EXTRA
Los roscos de vino se pueden conservar en un tarro hermético durante varios días. También se pueden envolver en papel de seda si queremos hacer un regalo de roscos artesanos. Si queremos hacer unos roscos aptos para todos, podemos prescindir de la manteca de cerdo y sustituirla por un aceite de oliva suave o margarina. La mantequilla no se recomienda porque tiene un sabor demasiado intenso y cambiaría por completo las características de este dulce navideño.
