Los roscos de vino son unos dulces típicos navideños realmente deliciosos. Antaño se vendían en los surtidos de polvorones y mantecados y eran muy codiciados porque solo se incluían un par de unidades. Hoy día se pueden comprar a granel para no quedarse con las ganas, pero prepararlos en casa es otro nivel. Son mucho más fáciles de lo que crees y quedan perfectos siempre, con el sabor y la textura clásica y ese aroma único del anís y la naranja que le da ese toque especial.
7HORNEAR Y ESPOLVOREAR CON AZÚCAR
Para hornear los roscos de vino hay que dejarlos en el corno con calor arriba y abajo, sin ventilador, durante unos 14 minutos. El tiempo es orientativo porque cada horno es diferente. Hay que ir revisando de vez en cuando, hasta que los roscos tenga un aspecto doradito. Lo habitual es que necesiten entre 12 y 15 minutos para estar listos. Transcurrido ese tiempo apagamos el horno y pasamos los roscos a una rejilla y antes de que se enfríen del todo los rociamos con azúcar molido para que tengan ese aspecto nevado tan apetitoso.