La Navidad tiene tantos amantes como detractores. Hay quien la vive con verdadero entusiasmo y quien la sufre deseando que pase cuanto antes. No son pocas las personas que se reúnen por compromiso, sin ganas de hacerlo. Bien por la obligación de reencontrarse con personas a quien no desea ver, o por lo forzoso de la situación. Por el contrario, los más pequeños disfrutan de estas fechas con mucha ilusión y alegría, algo que la mayoría de los adultos hemos perdido, casi siempre porque hacemos que todo resulte más complicado de lo que debería ser en realidad. ¿Podemos tener una Nochebuena y una Navidad tranquila y en paz? Claro que sí. Si seguimos algunos consejos podemos sortear cualquier situación comprometida y disfrutar de un rato en familia sin amarguras y sin que se nos atragante el turrón.
5CUIDADO CON EL HUMOR EN NOCHEBUENA
El humor siempre es bien recibido en cualquier reunión social o familiar, pero puede ser un arma de doble filo, así que hay que tener mucho cuidado. Un comentario jocoso en un momento de tensión puede hacer que el ambiente se relaje de inmediato, pero hay que recurrir a un humor blanco, sin sarcasmos, ni dobles sentidos, para no ofender a nadie. Algo que no siempre es fácil. No todo el mundo está capacitado para reírse de uno mismo ni de sus problemas, así que jamás hay que intentar hacer bromas sobre algo que afecte a otros.