La Navidad tiene tantos amantes como detractores. Hay quien la vive con verdadero entusiasmo y quien la sufre deseando que pase cuanto antes. No son pocas las personas que se reúnen por compromiso, sin ganas de hacerlo. Bien por la obligación de reencontrarse con personas a quien no desea ver, o por lo forzoso de la situación. Por el contrario, los más pequeños disfrutan de estas fechas con mucha ilusión y alegría, algo que la mayoría de los adultos hemos perdido, casi siempre porque hacemos que todo resulte más complicado de lo que debería ser en realidad. ¿Podemos tener una Nochebuena y una Navidad tranquila y en paz? Claro que sí. Si seguimos algunos consejos podemos sortear cualquier situación comprometida y disfrutar de un rato en familia sin amarguras y sin que se nos atragante el turrón.
4ACUDIR CON BUENA DISPOSICIÓN
Para pasar una Nochebuena relajada y libre de tensiones, hay que dejar a un lado los rencores y las experiencias negativas de otras reuniones. Si hay asuntos gravísimos pendientes de resolver, entonces puede que haya que plantearse no asistir por el bien de la salud mental de las partes implicadas. Pero si se trata de conflictos sin excesiva importancia, podemos hacer el esfuerzo de ignorar el pasado para poder llegar con el mejor ánimo. En vez de centrarnos en esa persona que nos genera tensión, debemos acercarnos a esos familiares que nos hacen sentir bien y nos inspiran cariño y amor.