La Navidad tiene tantos amantes como detractores. Hay quien la vive con verdadero entusiasmo y quien la sufre deseando que pase cuanto antes. No son pocas las personas que se reúnen por compromiso, sin ganas de hacerlo. Bien por la obligación de reencontrarse con personas a quien no desea ver, o por lo forzoso de la situación. Por el contrario, los más pequeños disfrutan de estas fechas con mucha ilusión y alegría, algo que la mayoría de los adultos hemos perdido, casi siempre porque hacemos que todo resulte más complicado de lo que debería ser en realidad. ¿Podemos tener una Nochebuena y una Navidad tranquila y en paz? Claro que sí. Si seguimos algunos consejos podemos sortear cualquier situación comprometida y disfrutar de un rato en familia sin amarguras y sin que se nos atragante el turrón.
2NO DAR DEMASIADA IMPORTANCIA A LOS COMENTARIOS
Si aunque nos fastidie, optamos por asistir, por no darle un disgusto a nuestra querida abuelita, entonces hay que cambiar un poco el chip mental. Hay que tener expectativas realistas y vivir la experiencia con un poco de perspectiva, en vez de llegar a la cena de Nochebuena a la defensiva. Cada persona tiene sus propias circunstancias, así que lo mejor es relativizar y no tomarse esos comentarios inapropiados demasiado en serio. Si se crea un momento de tensión, podemos cambiar de tema o huir del conflicto, ir a la cocina, tomar un vaso de agua y respirar. También es recomendable no abusar del alcohol puede hacernos decir cosas de las que después nos arrepentimos.