Aunque las autoridades no dejan de insistir en que esta Navidad no será como la del año pasado, puesto que nos podremos reunirnos con toda la familia, ni viajar, ni abrazar… si hay algo que no nos han «modificado» es el menú para la cena de Nochebuena. Lejos del resto de restricciones, parece que los españoles no estamos dispuestos a quedarnos sin una de las cenas más especiales del año, en la que echamos el resto y nos olvidamos, aunque sea de forma efímera, de la dureza de estos meses y todas las carencias con las que hemos vivido. Y si hay un plato que año tras año sigue siendo la estrella de nuestra gastronomía es el cordero, que rivaliza con el marisco en ser el rey de la mesa.
5Cuidado con el cordero
Como decimos, el cordero es uno de los platos por excelencia de la Navidad española. Sin embargo, no es un ingrediente sencillo y especialmente exige dedicación. Vamos, que no es un plato que podamos hacer en 20 minutos el día antes y dejarlo preparado. Pero la verdad es que el resultado, es delicioso. Un cordero asado bien hecho tiene mucho mérito. Sin embargo, como en la mayor parte de las recetas, uno de los secretos para conseguir éxito es invertir en una buena materia prima. Es decir, necesitamos que el cordero sea bueno. Por desgracia, hay un buen porcentaje de corderos que nos venden en Navidad cuya procedencia no es española (sino italiana, francesa, o griega…) así que deberás estar atento al comprarlo si no quieres que te den gato por liebre. Fíjate bien en la etiqueta y que ponga que está criado y sacrificado en España. Busca también la raza de cordero. Será español únicamente si es churra, castellana u hojalada. También el color de la carne te dará pistas de su procedencia. Si es española, suele tener un color tirando a rosáceo y el rabo es más largo que redondo.