Una de las carnes más apreciadas y más versátiles en la cocina es el solomillo de cerdo. Se trata de una pieza que puede dar muchísimo juego, ya que se puede cocinar asada entera, trocear para saltear, aderezar para preparar en brocheta, cortar en medallones, en filetes, y muchas opciones más con las que preparar una enorme variedad de recetas diferentes. Además, puede ser un ingrediente para resolver una comida rápida en cualquier día de la semana, cortado en filete y pasado vuelta y vuelta por la plancha. Pero también puede convertirse en un plato principal en una comida tan especial como la de Navidad o la cena de Nochevieja.
8TRUCOS PARA ELEGIR EL MEJOR SOLOMILLO
Para elegir la pieza de solomillo en la carnicería o el supermercado, hay que fijarse en varios aspectos. La carne tiene que presentar un color rojo intenso en la parte superior y tener una fina capa de grasa de un color crema, nunca amarillenta. Hay que asegurarse de que presenta un marmolado con pequeñas vetas de grasa que se derretirán durante el horneado y harán que la carne sea más tierna y jugosa. Si quieres aderezar un poco la carne antes de cocinarla, puedes masajear la pieza con un poco de aceite y pimienta durante unos minutos, así los sabores se quedarán impregnados. Es importante no echar sal en la carne cruda porque haría que comenzase a exudar los jugos que queremos retener.
