Felipe Sicilia ve el cielo abierto con la «humillación» en forma de sondeo de Juan Espadas

Felipe Sicilia, el nuevo bad boy del PSOE, llamado a endurecer el discurso del partido contra el PP, está de enhorabuena no solo porque Pedro Sánchez haya confiado en él para vender el nuevo discurso socialista. Hay una pequeña gran ambición de Felipe Sicilia que cayó en saco roto cuando el peso de Juan Espadas, exalcalde de Sevilla, le llevó a la candidatura del PSOE en Andalucía. Él quería ese puesto, pero no consiguió arrebatarle a Espadas la cabeza de lista porque no tenía contactos suficientes en la parte más importante del Partido Socialista: la de Andalucía. Ahora que se ha publicado un sondeo interno en la formación sobre Espadas, las esperanzas de Felipe Sicilia se han disparado. Ya solo se le ve sonreír por los pasillos del Congreso de los Diputados y ya se plantea que de aquí a cuatro años estará en su tierra.

Felipe Sicilia no quiere que su futuro político se quede en el Congreso. No se ve como ministro ni se ve como secretario de Estado. Pero sí que se ve como candidato en Andalucía desde hace años pese a que no consiguió acabar con el edulcorado y muy criticado Juan Espadas. Ahora que ha salido un sondeo que prácticamente declara nulas las opciones políticas de Espadas, por no hablar de que hunde la imagen de la marca, Sicilia está convencido de que es su momento de abordar el barco. En Andalucía se prevén cambios profundos y sustanciales en cuanto a su directiva. El problema es que Pedro Sánchez aún no ha puesto el ojo en esta delegación. Y mientras todos esperan los cambios, Sicilia se dedica a cumplir su cometido de bad boy socialista lanzando críticas duras y a veces fuera de tono al Partido Popular de Alberto Núñez Feijoo.

La candidatura de Andalucía es importante para el PSOE, pero no parecen haberse preocupado demasiado por ella dede que Juan Espadas llevó al partido a obtener uno de los peores resultados de su historia en esta tierra. Sicilia ya coqueteó con la idea de ser el candidato, pero no hubo suerte dado el peso que tenía Juan Espadas dentro del PSOE de Andalucía. Pese a que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya le había prometido a Sicilia que sería él el candidato del PSOE en esta autonomía, lo cierto es que las reticencias internas en el partido llevaron a Sánchez a mirar a otro lado. Ahora en los pasillos del Congreso se comenta que Sicilia podría volver a la carga más adelante. Desde luego, su papel ahora es más testimonial que útil y cuenta con el mejor aval posible para ser el candidato: el apoyo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El CIS andaluz estima que si se celebraran comicios ahora, el PSOE de Juan Espadas perdería entre siete y ocho escaños. Y eso que no gobierna. Juan Manuel Moreno Bonilla se ha hecho fuerte en su tierra y Espadas no hace más que hundir por segundos las siglas en una tierra en la que han gobernado por más de 30 años seguidos. Con 30 escaños, el PSOE de Andalucía ya había obtenido los peores resultados. Si ahora se queda con 22, lo cierto es que Espadas literalmente estaría sacando al PSOE del mapa político de Andalucía. Un desastre a todas luces.

Este CIS andaluz ha puesto las pilas a un Felipe Sicilia que lleva tiempo ganando galones en el PSOE pese a que no han encontrado un encaje claro para él. Ahora mismo, y tal y como se desprende del sondeo publicado por Centra, cualquier candidato o candidata sería mejor que Juan Espadas. La forma que ha tenido de hundir el PSOE solo recuerda a Ángel Gabilondo o a Pepu Hernández en la Comunidad de Madrid o en la capital, respectivamente. En el PSOE entienden que es el momento de abordar un cambio y en Moncloa quieren teledirigir la futura candidatura de Andalucía porque creen que aún tienen ahí una buena cantidad de potenciales votantes.

FELIPE SICILIA, EL ‘BAD BOY’ SOCIALISTA

El PSOE quiere un cambio de discurso. Y se nota. Los mensajes «Mr. Wonderful» de Isabel Rodríguez, portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, y la falta de contundencia de Pilar Alegría, ministra de Educación, empiezan a desesperar a un PSOE que se hunde en las encuestas por minutos en beneficio del Partido Popular de Alberto Núñez Feijoo. Por todo esto, la maquinaria de Moncloa ha tomado la decisión de endurecer el discurso con tres caras algo menos conocidas por el público: la de Santos Cerdán, secretario de Organización del Partido Socialista, la de Felipe Sicilia, diputado y portavoz de la Ejecutiva Federal de la formación, y la de Patxi López, portavoz del PSOE.

El PSOE lleva tiempo viendo cómo el PP les adelanta por la derecha. Tanto en los sondeos de los medios de comunicación como en las encuestas internas. Todo esto llevó a la maquinaria de Moncloa ha pedir más dureza y contundencia contra el Partido Popular, un mensaje que no debió calar lo suficientemente bien en Isabel Rodríguez y en Pilar Alegría. Su discurso blando y sus mensajes positivos, algo que pidió el Gobierno en verano para intentar lavar la imagen, no han gustado ni han calado en el partido. Ahora el PSOE quiere un cambio de ciclo y quiere endurecer el discurso todo lo que pueda contra el Partido Popular no solo para intentar combatir el fuego con fuego, sino porque así se han dado cuenta de que consiguen muchos más titulares. Sino que le pregunten a Felipe Sicilia.