viernes, 22 noviembre 2024

Ayuso pide que vuelvan las propinas para que los camareros cumplan sus «pequeños sueños»

La Navidad es época de sueños y en eso precisamente ha pensado la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Quiere hacer felices a los camareros, con una campaña que ha lanzado la Consejería de Economía y Hacienda para que las propinas vuelvan a los bares y los restaurantes. Un dinero extra que, según Ayuso, permita a los empleados costear sus «pequeños sueños».

El objetivo final es hacer la vida a los camareros «un poco más fácil y alegre». En el minuto que dura el anuncio se muestra en qué invierten los camareros ese dinero de la propina. Pone como ejemplos clases de piano, un regalo de cumpleaños o la posibilidad de estudiar inglés. «Son las pequeñas propinas las que hacen posibles esos pequeños sueños de quienes nos atienden cada día» son las palabras que acompañan a imágenes en las que se pueden ver a camareros atendiendo a los clientes y recibiendo esa propina.

LAS CRÍTICAS NO HAN TARDADO EN LLEGAR

Como suele ocurrir, las redes sociales han reaccionado raudas y veloces a esta ocurrencia. «Esos pequeños sueños deberían poderlos cumplir con su salario. Deberían tener un sueldo digno acorde a las horas trabajadas«, escribía un usuario en Twitter. La mayoría iban en esa línea de subidas salariales y mejora de sus condiciones, en uno de los trabajos más duros y con peores horarios que hay.

Pero también ha habido defensores de esa medida, aunque nos encontremos con el hándicap de que, sobre todo tras la pandemia, nos hemos acostumbrado a no llevar ya dinero físico, y pagamos casi todo con tarjeta, o nos apañamos entre amigos y familiares a compartir el gasto de consumiciones a través de aplicaciones como Bizum. Resultado, que no incluimos propina, es la excusa perfecta. No obstante, algún usuario ha ido más allá en qué ofrecer a cambio el buen hacer del camarero: «Sed amables y pacientes, sonreídles, pedid las cosas por favor, dad las gracias y dejad buenas propinas. Ellos lo agradecen».

Eso sí, lo que la mayoría no defiende es la obligación de dar propina, como pasa en Estados Unidos y otros países. En este sentido opinaba otro tuitero:

La Comunidad de Madrid ha lanzado una campaña para que las propinas vuelvan a los bares y restaurantes. Y es que, según el vídeo publicado por la Consejería de Economía y Hacienda, este dinero extra permitiría a los empleados de hostelería costear sus «pequeños sueños». El objetivo de la campaña es promover la recuperación de esta antigua práctica para hacer la vida de los camareros «un poco más fácil y alegre».

En el anuncio, que dura cerca de un minuto, se pueden ver varios ejemplos de la inversión que hacen los camareros cuando reciben esta propina. Clases de piano, un regalo de cumpleaños o la posibilidad de estudiar inglés son algunos de los ejemplos que han utilizado. 

PUBLICIDAD

«Son las pequeñas propinas las que hacen posibles esos pequeños sueños de quienes nos atienden cada día» son las palabras que acompañan a imágenes en las que se pueden ver a camareros atendiendo a los clientes y recibiendo esa propina.

Sin embargo, la campaña no ha tenido la acogida esperada. Las críticas no han tardado en llegar a las redes sociales. «Esos pequeños sueños deberían poderlos cumplir con su salario. Deberían tener un sueldo digno acorde a las horas trabajadas», escribía un usuario en Twitter. Y es que la mayor parte de los comentarios que ha recibido la publicación abogaban por subir el sueldo de los camareros para que no dependan de ese dinero extra para poder hacer actividades como las clases de piano o de inglés. 

Otros, en cambio, ha defendido la costumbre de dejar propinas y han reprochado las críticas que la debatida campaña ha recibido. «Sed amables y pacientes, sonreídles, pedid las cosas por favor, dad las gracias y dejad buenas propinas. Ellos lo agradecen», ha defendido un usuario. «A favor de las propinas voluntarias. Camareros que suman y hacen el momento de disfrute gastronómico glorioso. En contra de las propinas obligatorias como en Berlín; que te sale el camarero sabueso alemán especificando que quiere propina cuando ha sido un desagradable», comentaba.