Las reuniones con familiares y amigos en casa siempre son una delicia. Es un tiempo en el que buscamos olvidarnos de las preocupaciones y quehaceres. Ese instante en el que queremos concentrarnos en las personas más importantes de nuestra vida. Conseguir que la conversación sea agradable puede ser muy fácil si conocemos a nuestros invitados, pero ¿qué hay de la comida? Con tantos restaurantes multinacionales pululando por ahí, pareciera que es cada vez más difícil sorprender a los demás. Aquí te dejamos una receta de langostinos al ajillo con la que lograrás dejar encantado a todo el que pase por tu casa.
8El ajo no debe estar quemado
Cuando cocines el ajo, debes prestar especial cuidado en él. La idea es que se dore, pero que no llegue a quemarse. Si ocurre, lo mejor es empezar de nuevo. De lo contrario, corres el riesgo de que la preparación quede con sabor a quemado. Este plato se sirve en varios bares de España como tapa, pero también puede ser el plato maestro de una cena de Navidad con los tuyos. Una receta para soñar.