Las reuniones con familiares y amigos en casa siempre son una delicia. Es un tiempo en el que buscamos olvidarnos de las preocupaciones y quehaceres. Ese instante en el que queremos concentrarnos en las personas más importantes de nuestra vida. Conseguir que la conversación sea agradable puede ser muy fácil si conocemos a nuestros invitados, pero ¿qué hay de la comida? Con tantos restaurantes multinacionales pululando por ahí, pareciera que es cada vez más difícil sorprender a los demás. Aquí te dejamos una receta de langostinos al ajillo con la que lograrás dejar encantado a todo el que pase por tu casa.
5Langostinos al ajillo: el momento más importante
Llega el momento de los langostinos. Los escurrimos y los ponemos en el mismo aceite del que hemos retirado los ajos. Subimos la temperatura y agregamos sal. La cantidad dependerá del gusto del cocinero o los comensales. Los langostinos destilarán un jugo que hará que el aceite cambie de color, pero no es nada fuera de lo normal. Para conseguir el punto de los langostinos al ajillo, añadiremos las guindillas y los ajos. Removeremos para que se junten sus sabores y quede como resultado algo grandioso.