El PSOE y el presidente del Gobierno se han dado cuenta de alguno de sus errores. El más grave que cometieron, según detallan fuentes del partido, fue el de despedir al exministro de Justicia Juan Carlos Campo por teléfono y con una frialdad que todavía recuerda cada militante del PSOE. La razón por la que el PSOE ha indultado a Juan Carlos Campo es porque han entendido que su labor para el partido fue mucho más profunda e importante que lo que Moncloa creía. Le “despidieron” por las promesas de que Pilar Llop sería un elemento rompedor en la formación. Pero nada de eso. Ahora, el PSOE ha decidido indultar a Juan Carlos Campo colocándole en el Tribunal Constitucional para, además, contentar a Meritxell Batet, presidenta del Congreso de los Diputados y principal valedora del exministro.
La sensación del PSOE es de alivio al ver que se han tomado decisiones basadas en el buen criterio. Nadie entendió que se sustituyera a un peso pesado dentro de la judicatura como Juan Carlos Campo, que además tenía muy buena relación con las instituciones judiciales. La llamada fría de Pedro Sánchez con la que le comunicó a su ministro que ya no contaba con él fue un auténtico arrebato del propio líder socialista que no se entendió en el seno del partido. Tan solo le dijo que ya no contaba con él y ahora ha querido demostrarle que sí. Este nombramiento también responde a la necesidad del partido de reconciliarse con la presidenta del Congreso Meritxell Batet, quien defendió desde el minuto uno la validez de quien también es su pareja y quien ha demostrado tener razón con tan solo unos cuantos meses de Pilar Llop como ministra de Justicia.
El exministro es ahora los ojos y oídos del Gobierno, otra vez. Fuentes del PSOE aseguran que incluso se comentó en el seno del partido que la vuelta de Campo sería positiva, por no hablar de quienes lamentaron que si Juan Carlos Campo hubiera estado como ministro la dimisión de Carlos Lesmes no habría sido tan inesperada para el Ejecutivo. Muchos lamentaron su salida, pero desde Moncloa tuvieron claro que en la criba tenía que caer quien no había conseguido cumplir las expectativas del Gobierno con el Consejo General del Poder Judicial. Aunque al final parece que se han convencido de que la labor del exministro, como decía la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, fue mucho más aceptable de lo que creía Moncloa.
Ahora Campo ha sido reciclado por el Gobierno y hay quien en el PP tiene miedo de que el exministro vaya al TC. El presidente del Ejecutivo no solo ha indultado a un Campo que ha visto que tenía más contactos y apoyos a nivel interno de lo que él se esperaba. Sino que ha decidido contentar a una Meritxell Batet a la que quiere dar más galones y con la que coquetea con dar un ministerio de peso en la próxima e hipotética crisis de Gobierno. Juan Carlos Campo hizo un gran trabajo al frente del ministerio que Moncloa no supo valorar y ahora han querido “compensarle”, tal y como detallan fuentes del PSOE.
Los socialistas celebran que Meritxell Batet y Juan Carlos Campo vuelvan a ser una parte fundamental del partido. Es una noticia que ha motivado a muchos a nivel interno porque entienden que así el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha iniciado un proceso de reapertura al viejo socialismo dentro del partido que permitirá que más de uno y más de dos recuperen galones, como puede ser Patxi López u otros socialistas de peso. Juan Carlos Campo y su nombramiento han sido recibido con los brazos abiertos. El cariño de los socialistas por el magistrado se ha dejado notar. Y el peso de Meritxell Batet en la formación, también.