Por mucho que haya gente que se sienta joven por dentro, la edad es una realidad innegable que a todos nos va pasando factura. No solo a nivel físico surgen achaques y limitaciones cuando se aproxima o se entra de lleno en la senectud, sino que a nivel legal también se producen algunas limitaciones, por así decirlo. Así es lo que acostumbra a suceder a la hora de solicitar una hipoteca. Por eso no resulta extraño que a mucha gente le surja la duda de cuál es la edad máxima a la que uno puede realizar una de estas operaciones.
A lo largo de este artículo vamos a intentar resolver todas las dudas al respecto.
2La edad y la hipoteca
A decir verdad, la edad no tiene por qué ser tan decisiva como podría pensarse en ciertas ocasiones. Pero si se analiza con calma, es natural. Al final los bancos lo que buscan, por encima de todo, es que los clientes sean capaces de devolver con garantías sus préstamos. La edad puede influir a la hora de que un banco conceda o no una hipoteca, pero no es, ni mucho menos, el factor más determinando en este sentido.
Hay muchos elementos, entre los que destaca, cómo no, la solvencia económica de cada persona, que las entidades también analizan en profundidad antes de ofrecer una hipoteca a gente de según qué edad.