Es imposible saber hasta cuándo durará una moda en televisión, o incluso si lo que parece algo pasajero logra asentarse de forma prolongada en el siempre competitivo mundo de la pequeña pantalla. Pero hoy por hoy, hay que reconocer que las telenovelas turcas se han convertido en todo un fenómeno. De hecho, en gran medida tienen culpa del estupendo momento de audiencia por el que pasa la cadena Antena 3. Es el caso de Hermanos, cuyos últimos capítulos no solo han aumentado el suspense y el interés entre sus seguidores, sino que también han logrado superar a competencia realmente dura.
En tan solo 24 episodios, muchos son los telespectadores que ya se han visto completamente conquistados por las peripecias de esta atípica familia turca.
4Una vida dura
El grado de drama en Hermanos es tal, que incluso cuando parece que se produce una buena noticia, esta termina por ofrecer una cara amarga, que pone incluso más al límite a los protagonistas de la ficción. Así ha sucedido con Ömer, que anunció orgulloso a su familia que ha conseguido una beca para estudiar en Estados Unidos. ¿La buena noticia? Que se trata de una oportunidad de lo más exclusiva. ¿La mala? Que se necesita dinero para acceder a ella. 500 euros, para ser exactos.
Como única salida, Kadir comienza a trabajar en una fábrica, pero las malas condiciones laborales y los peligros de las sustancias que hay en ella están poniendo en riesgo su propia salud. Ni siquiera la forma en la que sus familiares se vuelcan en cuidar de él parece que mejoren el problema.