A Juan Lobato no le importa. Bastante tiene con su candidatura en la Comunidad de Madrid y con la amenaza de mayoría absoluta de su rival. Pero al resto del PSOE en el Ayuntamiento de la capital no le ha gustado nada el anuncio de que la ministra de Industria, Comercio y Turismo, María Reyes Maroto, será la candidata del Partido Socialista al Consistorio. De hecho, muchos de ellos han recibido con cierta hostilidad el nombramiento porque entienden que no se ha tenido en cuenta el peso y el trabajo de quienes llevan meses en el grupo municipal. Mientras el partido está preocupado por dar a conocer a Reyes Maroto, en Madrid esperan con «hostilidad» la llegada de una ministra que no conoce los dominios a los que la han enviado. Es un perfil con poco tirón, pero tampoco parece que sea un perfil con capacidad de hacer que todos los socialistas del grupo municipal vayan a una.
Se sabía desde hace semanas, pero no dejaba de sembrar alguna duda el hecho de que no lo hubieran hecho oficial. Algunos temían que Pilar Llop bajara a los infiernos municipales, pero al final será la ministra de Industria, Comercio y Turismo la que tenga la empresa de llevarse por delante las opciones políticas de José Luis Martínez-Almeida. El problema que no se esperaban en Moncloa era que el nombramiento de Reyes Maroto generara un nivel de rechazo y hostilidad en el grupo municipal que no se había visto.
Es cierto que Mar Espinar, portavoz del grupo, y Enma López, concejala con pretensiones políticas, no se aguantan y han generado un ambiente algo tenso estas últimas semanas. Pero también lo es que nadie en el grupo entiende por qué se ha hecho este nombramiento sin tener en cuenta ninguna opinión de nadie del grupo. La sensación es la misma que cuando se colocó a Ángel Gabilondo como candidato en la Comunidad de Madrid o a Pepu Hernández en el Ayuntamiento. Les han quitado al candidatura para hacer lo que quieran con ella sin tener en cuenta la sensibilidad o la opinión de quienes trabajan a diario en el Ayuntamiento de Madrid o en la Comunidad. Y Juan Lobato no es alguien que haya mediado en este asunto, según detallan fuentes del grupo municipal.
María Reyes Maroto llega «castigada» a un Ayuntamiento de Madrid que tiene opciones reales de arrebatar la alcaldía a Almeida. Esta es la lectura extraoficial que circula en el PSOE y especialmente en el grupo municipal. Lo curioso es que con Pilar Llop las sensaciones eran algo diferentes. En el PSOE llevan meses esperando que fuera o bien Llop o bien Reyes Maroto la candidata (a falta de ese espacio en blanco con el que esperaron que fuera el poeta Luis García Montero el candidato), pero tenían preferencia por Llop, tal y como se ha visto después del nombramiento oficial de la ministra de Industria, Comercio y Turismo. El grupo municipal entiende que Llop sí que tiene esa «sensibilidad» con los que llevan años en el PSOE de Madrid y entienden que sí que es de la «casa». Reyes Maroto es vista de otro modo completamente distinto; hasta el extremo de que algunos han recibido su nombramiento con «hostilidad».
El perfil de Reyes Maroto no ha gustado, pero lo que menos ha agradado al grupo municipal es que no se dignará a bajar al Ayuntamiento de Madrid hasta que la campaña electoral dé el pistoletazo de salida. Hasta entonces, que no olvidemos que se trata de finales de abril o principios de mayo de 2023, la ministra se quedará en su ministerio ejerciendo sus funciones. Nadie se plantea que Reyes Maroto vaya a dejar su ministerio antes de tiempo a no ser que la crisis de Gobierno dé la excusa perfecta para sacarla. Desde luego, su continuidad en el ejecutivo está garantizada hasta enero. De ahí en adelante, puede que aguante un poco más.
PILAR LLOP, LA DEFENESTRADA
Será María Reyes Maroto, no Pilar Llop. El que la ministra de Industria le haya ganado la partida en el Ayuntamiento de Madrid a la titular de Justicia ha lanzado una nueva batería de críticas internas y ha dejado en relieve que el futuro político de Pilar Llop no es tan brillante como parecía. Será la ministra de Industria la que se faje contra el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en las elecciones municipales, pero la lectura entre líneas apunta a que el PSOE le ha dado un portazo al futuro político de Pilar Llop. Fuentes de Ferraz aseguran dos cosas: la primera, que la base del grupo municipal no se ha tomado bien el nombramiento de Reyes Maroto; y la segunda, que el Partido Socialista no cuenta con Pilar Llop para nada. Ni siquiera como diputada.
Pilar Llop no sabe por dónde irá su futuro político. Pero desde que le han dado un portazo en el Ayuntamiento de Madrid, la ministra de Justicia sabe que el Gobierno no cuenta con ella. Su futuro en el Ministerio de Justicia también tiene los días contados. Desde que lanzó ese comentario sobre la preocupación de los españoles con el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el metro, en el Partido Socialista tuvieron claro que no había forma de encauzar el futuro político de Pilar Llop. Que solo hablara de temas relacionados con la violencia de género o que no fuera capaz de dar publicidad a un encuentro con la embajadora de Estados Unidos no ha hecho más que poner más losas sobre su futuro. Pero ahora tiene claro que el PSOE no cuenta con ella para nada. Ni siquiera para que forme parte de las listas. La única vía que le queda es la vuelta a la judicatura.