Una receta de alitas de pollo al ajillo. Muchos pensarán que es tirar a la basura el pollo y que no hay mejor manera de comer las alitas de pollo que con una buena salsa barbacoa bien melosa y que se te pega a los dedos. Sin embargo, nuestros abuelos no son tan modernos como nosotros y solían acostumbrar a comer este producto con una buena salsa de ajo, tomillo y vino blanco, un adobo clásico que nunca falla. Por ello, te vamos a enseñar a hacer una receta de alitas de pollo al ajillo crujientes y melosas que están para chuparse los dedos.
5CUARTO PASO: AÑADIR EL AJO Y DAR EL TOQUE FINAL
Llegados a este punto, es clave probar una alita para ver si está bien cocida. La mejor manera es probarla, pero también puedes pinchar una pieza con un palillo y si no ofrece resistencia es que está en su punto. Acto seguido, cogemos el ajo que hemos reservado, lo añadimos a la sartén y removemos todos los ingredientes durante 15 segundos. Acto seguido, añadimos un vaso de vino blanco y lo dejamos cocinar durante dos minutos. Pasado ese lapso de tiempo, retiramos la sartén del fuego y dejamos reposar las alitas de pollo al ajillo durante 10 minutos a temperatura ambiente.