Tanto el café como el chocolate, en este caso blanco, son dos auténticos placeres para muchísima gente. Y no hablamos necesariamente de los más apasionados del dulce y del bizcocho, sino para muchísimas personas en general. Por eso, unir ambos ingredientes en un solo postre puede resultar una idea realmente tentadora. Las tartas más tradicionales creadas a base de café y chocolate, de hecho, son todo un clásico bien valorado por un montón de golosos. Hoy, no obstante, vamos a centrar los esfuerzos en una alternativa que no le tiene nada que envidiar, y cuya elaboración es incluso más sencilla: el bizcocho de café y chocolate blanco.
Si sigues nuestras sencillas instrucciones, descubrirás que no es nada complicado hacerlo, y que el resultado conquistará a cualquiera que se quiera pasar a probar un trozo.
5Preparar la segunda masa
Mientras se enfría la primera masa, sobre todo si se guarda en la nevera, se puede ir aprovechando el tiempo disponible para seguir con la otra parte del postre. Es muy parecido a lo que se ha hecho anteriormente: simplemente usando en este caso el chocolate blanco fundido en la segunda parte de la masa.
Por último, pon el primer molde, el que tiene café y cacao, encima del segundo (el del chocolate blanco) para unirlo todo.
