sábado, 14 diciembre 2024

El Gobierno capa el futuro político de Pilar Llop

Será María Reyes Maroto, no Pilar Llop. El que la ministra de Industria le haya ganado la partida en el Ayuntamiento de Madrid a la titular de Justicia ha lanzado una nueva batería de críticas internas y ha dejado en relieve que el futuro político de Pilar Llop no es tan brillante como parecía. Será la ministra de Industria la que se faje contra el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en las elecciones municipales, pero la lectura entre líneas apunta a que el PSOE le ha dado un portazo al futuro político de Pilar Llop. Fuentes de Ferraz aseguran dos cosas: la primera, que la base del grupo municipal no se ha tomado bien el nombramiento de Reyes Maroto; y la segunda, que el Partido Socialista no cuenta con Pilar Llop para nada. Ni siquiera como diputada.

Pilar Llop no sabe por dónde irá su futuro político. Pero desde que le han dado un portazo en el Ayuntamiento de Madrid, la ministra de Justicia sabe que el Gobierno no cuenta con ella. Su futuro en el Ministerio de Justicia también tiene los días contados. Desde que lanzó ese comentario sobre la preocupación de los españoles con el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el metro, en el Partido Socialista tuvieron claro que no había forma de encauzar el futuro político de Pilar Llop. Que solo hablara de temas relacionados con la violencia de género o que no fuera capaz de dar publicidad a un encuentro con la embajadora de Estados Unidos no ha hecho más que poner más losas sobre su futuro. Pero ahora tiene claro que el PSOE no cuenta con ella para nada. Ni siquiera para que forme parte de las listas. La única vía que le queda es la vuelta a la judicatura.

María Reyes Maroto será la candidata porque ha conseguido mantener ese perfil discreto que tanto seduce al presidente. Pero Pilar Llop no ha sabido gestionar los tiempos. La estrategia de la ministra no ha salido como le esperaba, pero ya incluso hablan de sacarla en la crisis de Gobierno sin dejarle una zona de confort a la que retirarse. Fuentes del PSOE aseguran que la única vía que le ven para escapar es la del Senado. Ese cementerio de elefantes se ha convertido en la única posible salida, a ojos de fuentes del PSOE, para una ministra que está completamente tocada. Sea el Senado o sea la Asamblea, otro de los posibles destinos que barajan desde el Partido Socialista, lo cierto es que ahora mismo recolocar a la ministra es un auténtico problema. Nadie sabe qué hacer con Pilar Llop, pero ella tampoco sabe qué tiene que hacer para encauzar de nuevo su futuro político.

Las fuentes del PSOE coinciden en que el futuro político de la ministra es más oscuro que nunca

Las fuentes del PSOE coinciden en que el futuro político de la ministra es más oscuro que nunca. No es algo nuevo. Pero entienden que tampoco quieren escenificar una ruptura radical con la titular de Justicia. Para Moncloa, la ministra no ha conseguido cumplir el encargo que se le dio. Félix Bolaños quería tener ojos y oídos dentro del CGPJ, y la elegida cuando sacaron a Juan Carlos Campo (quien sí cumplía su cometido de forma satisfactoria) fue Llop. El problema fue que durante los meses que ha estado al frente del ministerio no ha conseguido encauzar las relaciones entre el Consejo General del Poder Judicial y el Gobierno, por no hablar de la dimisión de Carlos Lesmes, que cogió por sorpresa a todo el Ejecutivo y que puso más en entredicho el futuro político de Pilar Llop.

Con todos estos argumentos, llevaban varias semanas hablando de que Pilar Llop acabaría saliendo del Consejo de Ministros tras una crisis de Gobierno que se presentaría en enero. La diferencia es que nadie se esperaba que la forma de sacarla sería tan abrupta como lo será. Con María Reyes Maroto en Madrid, es complicado encontrar cobijo a una Pilar Llop que nadie cree que se le deba una salida laboral. Más sabiendo que puede volver a su puesto por oposición. En estos momentos, los ánimos están caldeados en el Ministerio de Justicia porque saben que Llop podrá salir en cualquier momento y no tendrá ningún recibimiento con trompetas. A no ser que consiga recaer en el Senado o en la Asamblea de Madrid, sus últimas esperanzas.