El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha advertido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que desde el «engaño, la mentira y el fraude» no puede contar «ni con el PP ni con (su presidente, Alberto Núñez) Feijóo», con la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la reforma del delito de sedición como telón de fondo.
Desde Madrid Río, donde ha presentado las nuevas características del servicio de limpieza, Almeida ha parafraseado al vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, quien ha asegurado este lunes que Sánchez y Feijóo pactaron en la reunión que celebraron en Moncloa el pasado 10 de octubre no tocar el delito de sedición y que no habría magistrados «afines a ERC» en el Tribunal Constitucional.
«Sobre la negociación de la renovación del CGPJ lo único que pide el PP a Pedro Sánchez es lealtad a la Constitución y al orden constitucional. Es el mínimo que se le puede pedir al presidente del Gobierno», ha argumentado el regidor.
Almeida ha lamentado que ahora «al delincuente (por sedición) se le está transmitiendo el mensaje de que lo puede volver a hacer y además más sencillo porque se le van a rebajar las penas y se le va a indultar».
«Como dice Esteban González Pons, la puerta está cerrada, no con llave porque la llave se llama Constitución», ha declarado Almeida, que ha reclamado a Pedro Sánchez «un mínimo de lealtad al orden constitucional y a las instituciones», además de «un mínimo respeto a los españoles, destinatarios últimos, especialmente los catalanes, del delito de sedición».
«El PP siempre ha demostrado que tiene voluntad de poder llegar a acuerdos pero no se puede llegar a acuerdos con una persona que miente porque Pedro Sánchez garantizó abiertamente que no se iba a reformar el delito de sedición y lo que hizo fue mentir», ha lanzado contra el presidente del Gobierno.
Martínez-Almeida ha insistido en que «desde el engaño no hay pacto ni acuerdo posible». «Pedro Sánchez tiene que ser consciente de que le debe un mínimo de lealtad a los españoles, que fuimos víctimas del delito de sedición, especialmente los catalanes, y que le conviene cuando se comete un delito ponerse del lado de las víctimas, no de los delincuentes, aunque dependas políticamente de ello», ha concluido.
