¿A quién le gusta un buen plato de huevos fritos con patatas? Es que no hay nada más clásico y más sencillo que dos huevos fritos bien crujientes y con una yema que cuando la rompes se expande por el plato creando un río naranja, con unas buenas patatas fritas cortadas a mano y con un dorado con más brillo que oro. La vieja confiable al que siempre acudimos tras un día eviterno de laburo y que necesitas llenarte la tripa sin estar horas cocinando. Por ello, te vamos a enseñar a dar un toque diferente a este plato castellano con una especia que todos tenemos en casa.
4TERCER PASO: DORAR LAS PATATAS FRITAS
Para saber si el aceite está lo suficientemente caliente para freír podemos coger un trozo de pan duro del día anterior y echarlo a la sartén, cuando empiece a dorarse será el indicador para añadir las patatas. Otra opción es comprar un termómetro para monitorizar la temperatura del aceite al milímetro. A continuación, añadimos las patatas al aceite, dejamos que se cocinen a temperatura media durante cinco minutos y otros cinco minutos a temperatura alta para lograr un interior meloso y un exterior bien crujiente.