Es hora de platos calientes para la nueva temporada, pero siempre buscando algo delicioso y sano. ¿Qué tal con espinacas? Sí, tiene mala fama a veces y sobre todo a los más peques no les gusta en general. Pues para ellos y también los adultos que más por pereza o preferir otros sabores más golosos optan por otros ingredientes, tenemos la receta ideal: espinacas con bechamel, que aúna lo sano con lo irresistible. Veamos qué lleva y cómo elaborarla.
6LA PREPARACIÓN DE LA BECHAMEL
Para preparar esta salsa tan típica, necesitas poner mantequilla a derretir en un cazo a fuego medio. Cuando ya esté líquida, añades la harina. Lo mezclas todo bien y lo dejas cocer un par de minutos para que pierda más que nada el sabor a crudo, algo fundamental.
A continuación, lo apartas del fuego y añades la leche de golpe, sacada directamente de la nevera. Y es que la diferencia de temperatura entre la harina caliente y la leche fría ayuda a que no salgan grumos. Una vez disuelto todo, lo pones de nuevo a calentar y cuando está hirviendo, lo dejas cocer a fuego medio unos 10 minutos, removiendo.