sábado, 23 noviembre 2024

Una solución para abaratar la factura de la luz y favorecer la transición energética gracias a las baterías de litio de segunda vida, ECO-PILOT

El proyecto plantea dar una segunda vida a las baterías de litio, que se utilizan hoy en día en teléfonos, ordenadores portátiles o vehículos eléctricos.

Se plantean como la llave maestra del nuevo sistema energético: sin almacenamiento de energía, la transición energética es muy difícil.

La iniciativa ha recibido financiación del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y de la Unión Europea-Next Generation EU, dentro del programa de apoyo a las Agrupaciones Empresariales Innovadoras, cuyo objetivo es digitalizar la industria.

Hay dos necesidades que impulsan el mercado de las baterías para almacenamiento de energía en España: las necesidades de viviendas y comercios de abaratar la factura de la luz, por un lado, y la transición energética a nivel del Estado hacia energías limpias, por otro. En ambas, las baterías de litio son una de las tecnologías preferidas, con casi un único inconveniente, el precio, que es todavía relativamente elevado con respecto a otros sistemas de almacenamiento. Las baterías de litio de segunda vida, gracias a su menor coste, pueden resolver este problema.

En el entorno de la transición energética, el proceso que se está llevando actualmente en España hacia fuentes de energía limpias va a implicar grandes inversiones en soluciones de almacenamiento. De hecho, España está comprometida con la transición energética hacia un modelo descarbonizado, en el que las fuentes de energía sean cada vez más renovables, hasta llegar a suponer un 74 % en 2030, tal como se recoge en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030. Es por ello que se prevé una sustitución progresiva de las centrales nucleares y de carbón por plantas eólicas y energías fotovoltaicas.

No obstante, por su propia naturaleza, estas fuentes de energía limpias dependen de las condiciones climatológicas, y por ello su producción no puede aumentarse o reducirse a voluntad en función de la demanda. Es decir, si se quieren cubrir las necesidades de suministro con este tipo de fuentes, será necesario dotar al sistema de capacidad de almacenamiento, que permita acumular los excedentes y utilizarlos cuando sea necesario. Esta será la llave maestra del nuevo sistema energético, ya que sin almacenamiento de energía la transición energética es francamente difícil. En este contexto, las baterías de litio son una de las tecnologías preferidas para dar solución a esta necesidad, tal como se defendió en el World Economic Forum 2019 y se recogió en el report A Vision for a Sustainable Battery Value Chain in 2030, ya que se trata de una tecnología madura y libre de emisiones.

Paralelamente, se da además la circunstancia de que, con la transición hacia soluciones de energía renovable, Europa avanza hacia un modelo de movilidad también descarbonizado, de la mano de los vehículos eléctricos. Esto implica que el parque de baterías usadas va a crecer, y que las baterías de segunda vida no solo van a contar con un inmenso inventario de baterías usadas, sino que, además, son una solución al potencial problema de residuos que esto supone, ofreciendo una solución sostenible basada en la economía circular.

Por lo tanto, las baterías de segunda vida irrumpen como una gran oportunidad, ya que, por un lado, tienen el potencial de ser sensiblemente más baratas y, por otro, van a estar disponibles en gran volumen, provenientes del sector de la movilidad eléctrica.

En este contexto se ha desarrollado el proyecto ECO-PILOT, cuyo objetivo ha sido investigar, desarrollar y validar la forma de separar módulos usados de baterías de litio y descomponerlos en sus celdas individuales, para testear dichas celdas eléctricamente de una forma totalmente automatizada, de manera que queden preparadas para su posterior utilización en la fabricación de baterías estacionarias de segunda vida. Además, se ha diseñado una línea piloto experimental que incluye todos los pasos de proceso necesarios y se ha evaluado la viabilidad económica de dicha línea de cara a su implementación a escala industrial.

Participantes en la iniciativa

La iniciativa ha sido liderada por el Nanophotonics Technology Center (NCT) de la UPV y las empresas Moldmec y Capital Energy, en colaboración con secpho, quien ha coordinado y promocionado el proyecto. Ha contado además con la financiación de la Unión Europea-Next Generation EU, a través del programa de apoyo a las Agrupaciones Empresariales Innovadoras del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en su convocatoria 2021b, cuyo objeto es digitalizar la industria.

Sobre NCT-UPV

El Nanophotonics Technology Center (NCT) de la Universidad Politécnica de Valencia, con un equipo de más de 50 personas, es un centro de I+D líder en ciencia y tecnología nanofotónica. Su misión principal es utilizar su conocimiento en ciencia nanofotónica fundamental para construir materiales, dispositivos y sistemas novedosos para una amplia gama de aplicaciones.

Sobre Moldmec

Moldmec tiene como actividad principal el diseño, la fabricación y el mantenimiento de moldes de inyección para termoplásticos. También desarrollan otras actividades como mecanizados de alta precisión, fabricación de galgas de medición, utillajes y servicios de microsoldadura láser.

Sobre Capital Energy

Capital Energy, compañía energética española nacida hace dos décadas y cuya vocación es convertirse en el primer operador 100 % renovable verticalmente integrado de la península ibérica, cuenta en la actualidad con una cartera de proyectos eólicos y solares en España y Portugal que supera los 30 gigavatios (GW) de potencia, de los que más de 8,5 GW ya disponen de los permisos de acceso a la red concedidos. La empresa tiene 15 oficinas en España y Portugal, en las que trabajan cerca de 360 empleados.

Sobre secpho

secpho es un clúster formado por más de 170 empresas, centros tecnológicos y grupos de investigación expertos en innovación tecnológica mediante la aplicación de tecnologías profundas (Deep Tech), principalmente tecnologías fotónicas, a todo tipo de sectores de la economía. En este sentido, secpho es un puente entre talento investigador y empresas innovadoras, por una parte, y las oportunidades que aparecen en el mercado, por otra.

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