No lo tienen claro. Y hay algunos que incluso creen que Tania Sánchez no tiene ninguna intención de ir en el equipo de la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Sin embargo, son muchos los que aseguran en el entorno de la dirigente de Sumar que la ministra todavía de Unidas Podemos se ha obsesionado con el fichaje de Tania Sánchez para que la ayude a tejer la red en la Comunidad de Madrid. Para el entorno de Díaz, la mejor forma de llevarse a Tania Sánchez es con la absorción de Más País, pero lo cierto es que las dudas sobre si la exdirigente de Podemos quiere o no ir de la mano con Yolanda corroen al entorno de la ministra.
Para Yolanda Díaz, solo un proyecto ganador podrá seducir al bloque de la izquierda. Pero dentro de esa dinámica, es común escuchar en el entorno de la ministra que Más País es un vector fundamental para convertir al «yolandismo» a pesos pesados como Tania Sánchez. Sumar quiere tejer la estructura del partido a nivel comunitario, y este trabajo saben que es muy complicado. Hasta ahora, la única que ha demostrado ser capaz de hacerlo es Tania Sánchez. Ella tiene los contactos y sabe los pasos que tiene que dar para conseguir su objetivo. El problema es que la dirigente parece estar cansada de dar saltos entre partidos de izquierda y de lidiar con las continuas facciones que aparecen una y otra vez en el sector. De hecho, en el entorno de Díaz sospechan que Tania no quiere ir de la mano con Yolanda Díaz «bajo ningún concepto».
Tania Sánchez hizo saltar las alarmas en Sumar cuando Yolanda Díaz precisamente estaba presentando su partido. Lanzó un par de mensajes algo tensos y llevó a Sumar a pensar que no sería tan fácil «atraer» a los defenestrados por el Podemos de Pablo Iglesias. ”Los soldados no ponen condiciones para acudir a la batalla. Aprender a no ser el perejil de todas las salsas debe ser durísimo para según que egos”, dijo Tania Sánchez mientras Yolanda Díaz presentaba su partido ante 5.000 personas. Pero aún así, desde el entorno de la vicepresidenta esperan convencerla.
A Yolanda Díaz no le preocupa ir de la mano de Unidas Podemos
A Yolanda Díaz no le preocupa ir de la mano de Unidas Podemos. De hecho, hay quien ya prefiere que Podemos se quede aislado para librarse de la presencia de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, la ministra de Igualdad, Irene Montero, o del portavoz de Unidas Podemos Pablo Echenique. Sin embargo, contar con personajes como Mónica García o Tania Sánchez se ha convertido en una pequeña obsesión para la vicepresidenta. La primera porque entiende que representa esa izquierda descargada de batallas polémicas y con tirón mediático que quiere en su equipo. Y la segunda porque ha demostrado ser capaz de desempeñar un trabajo que nadie entiende muy bien. Tania Sánchez es capaz de tejer una red municipal y autonómica en Madrid que garantice algunos parlamentarios en el Congreso.
Sumar de momento sigue desesperando a todos los que quieren formar parte del partido. En su exasperante proceso de escucha, Yolanda Díaz no ha conseguido ningún fichaje claro. Es cierto que quieren contar con otras formaciones más «verticales» como Alianza Verde o incluso PACMA, pero no ha hecho llegar a nadie la pretensión de contar con ellos para las próximas elecciones generales. Ya hay quien dice en el entorno de la ministra de Trabajo que Yolanda Díaz no dirá nada ni dará ningún paso hasta que pasen las elecciones autonómicas y municipales. Pero esto coloca a estas formaciones en una posición delicada dado el baile de lealtades al que les aboca el choque entre Podemos y Sumar.
La formación morada, por su parte, está en plena guerra con Yolanda Díaz. Quieren fagocitarla, pero saben que Sumar podría significar el fin de la hegemonía de Podemos en la izquierda. Las propuestas han sido de todos los colores, desde contar colocarla al frente sin condiciones hasta expulsarla del partido por desleal. Pero lo cierto es que Yolanda Díaz tiene su proyecto propio y, según fuentes de su entorno, solo está obsesionada con algunos fichajes clave como el de Tania Sánchez o el de Mónica García (también estuvo encima de la mesa en su momento el de Mónica Oltra, pero la polémica con su exmarido ha cambiado la pretensión de la ministra de Trabajo).