Salvador Illa aún se dedica a la política. Este exministro de Sanidad que apareció tanto durante la pandemia ha visto un nicho de oportunidad para conseguir abrirse camino. La idea de Illa es la de convertirse en la nueva muleta de Pere Aragonés, presidente de la Generalitat. Illa pretende aprovechar el vacío que ha dejado Junts y además colocarse en la esfera de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para ser una moneda de cambio más en las conversaciones que el PSOE a nivel nacional mantiene con ERC. En el sector más moderado socialista ya hablan de «deslealtad» y de una deriva del partido que será difícil de corregir. Pero Illa sigue a lo suyo. De momento, el tanteo del candidato socialista a la Generalitat se ha limitado a proponerle un pacto de cuatro puntos como entrante a ver si consigue seducir a Aragonés. Pero ERC negocia duro.
Para el PSOE todo vale con tal de conseguir sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. Es así porque pese a que el presidente del Gobierno no tiene problemas en prorrogar los de 2022, preferiría aprobar en el Congreso con los apoyos necesarios los que serían unas cuentas que contemplen grandes inversiones sociales. Presentarse a las elecciones autonómicas, generales y municipales con subvenciones activas es fundamental. Pero para que todos estos planes salgan adelante es necesario que ERC ceda. Y es ahí donde Illa ha aprovechado una situación delicada para los independentistas para intentar ser una moneda más de cambio. ERC necesita apoyo en Cataluña para seguir adelante y el PSOE necesita el apoyo de los de Gabriel Rufián para sacar adelante las cuentas.
Con todo esto, Illa ha entrado con todo y ha sido por primera vez de utilidad para el Gobierno desde que abandonó su cargo como ministro de Sanidad después de lidiar con la pandemia. Tampoco es que se hayan escondido. Illa quiere condicionar los presupuestos de Aragonés a cambio de algunas concesiones y sobretodo a cambio de que ERC ceda en su presión a los nacionales. Para Esquerra Republicana de Catalunya, lo que pase a nivel nacional no les preocupa demasiado, razón por la que exigen más de la cuenta y por la que el PSOE teme negociar cara a cara con ellos.
Esta estrategia basada en la ruptura entre ERC y Junts per Catalunya (que se van a salir definitivamente del gobierno de Aragonés) ha venido como agua de mayo para el PSOE. Hasta ahora, la mera negociación con Unidas Podemos para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado había sido complicada, pero incluir en esta ecuación a otras formaciones como ERC y el PNV, conscientes de las necesidades de Pedro Sánchez de aprobar unas cuentas con fuerte gasto social, se había convertido en una pequeña tormenta para los socialistas. Pero Illa ha venido a salvar el PSOE. O al menos es lo que cree.
Hem proposat 4 pactes a Aragonès:
1️⃣ Pacte de pressupostos per al 2023
2️⃣ Pacte de 3 lleis: llei electoral, llei forestal i llei del sistema policial de Catalunya
3️⃣ Pacte social
4️⃣ Pacte en infraestructures🗣️ @salvadorilla a @elmatiEstel #EscoltarCatalunya#SOMalternativa pic.twitter.com/aI1Q0YTlQL
— Socialistes PSC/❤ (@socialistes_cat) October 21, 2022
Salvador Illa ha propuesto un pacto de presupuestos para 2023, tres leyes (electoral, forestal y de la policía catalana), un pacto social (sin determinar, claro) y un pacto de infraestructuras. Aunque todo esto se podría resumir en un pacto a cambio de que ERC apoye los Presupuestos Generales del Estado sin demasiadas presiones.
La gran noticia es que el PSOE le ha encontrado utilidad a Salvador Illa después de que consiguiera unos pésimos resultados en Cataluña. La mala noticia es que hasta ahora, según detallan fuentes de Ferraz, Illa no ha sido precisamente eficaz a la hora de cumplir sus propósitos. Cuando le cesaron del Ministerio de Sanidad fue porque querían quitar de en medio a esa cara que había salido todos los días en la televisión para hablar de la pandemia. Pero al mismo tiempo, y a toro pasado, el balance interno que hacen sobre Illa en Ferraz no es precisamente bueno. Para los socialistas, esta oportunidad de oro podría redimir a un Illa que ha perdido la confianza de Moncloa. Y esta falta de apoyo no ha venido precisamente de las acciones del candidato socialista en Cataluña, sino que le ha llovido del cielo. Si no la aprovecha, en el PSOE lo tienen claro: el exministro de Sanidad no repetirá como candidato en la Generalitat. Buscarán a otro que sí se entienda mejor con el independentismo.