Si hay una alimento de lo más generalizado no solo en España sino en casi todo el mundo, es el arroz. De hecho, incluso en el Oriente es no ya la base de la alimentación, sino casi el todo. Pero en nuestro país es el ingrediente vital para platazos universales como la paella, pero también para otras miles de recetas. Y es que su versatilidad es casi infinita: caldoso o no, en guisos, en ensaladas, como guarnición… En este caso nos quedamos con el guiso, muy propio ya del frío que llega. Te vamos a mostrar una receta diferente para sorprender a tus invitados y a tu familia.
8LA CLAVE DE LA COCCIÓN DEL ARROZ BLANCO
Al margen de la receta, antes hay que ver cómo cocer el arroz de la mejor manera. Nos centramos primero en que el arroz esté perfecto, antes de ocuparnos del sabor. Para ello, lo mejor es colocar el arroz en un colador o escurrido y enjuagarlo en el grifo, eliminando el almidón sobrante. Ahora colocas el arroz y el agua en la cacerola y añades opcionalmente una pizca de sal si prefieres darle un punto de sabor.
Una vez que el agua hierva, remueves el contenido y lo pones a fuego lento. Coloca la tapa y espera el tiempo justo, según el tipo de arroz: 18 minutos para el arroz blanco de grano largo, 15 para el de grano corto y 45 para el integral. Ah, y no abras la tapa nunca. Pasado el tiempo, apaga el fuego y déjalo en reposo entre cinco y diez minutos. Habrá quedado perfecto.