Las albóndigas de morcilla que tienen más sabor que las de carne

Es ver un plato de albóndigas y empezar a salivar como si fuera un labrador. Un plato de los de toda la vida, con años de tradición y con un sabor inigualable sin necesidad de añadir ingredientes exóticos o especias de otros países. Sin embargo, es una elaboración que puede acabar siendo repetitiva y acabemos aborreciendo este plato. Para que no te pase eso, te vamos a enseñar una receta de albóndigas en la que vamos a sustituir la carne picada, por una buena morcilla de Burgos.

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TERCER PASO: FREÍR LAS ALBÓNDIGAS DE MORCILLA

Una vez que los trozos de morcilla han cogido la consistencia que estábamos buscando, sacamos el producto del congelador. Para darle la textura de albóndiga, las enharinamos, mientras pasamos una sartén de buen tamaño con una generosa cantidad de aceite al fuego a temperatura media. Cuando esté bien caliente la sartén, añadimos todos los trozos de morcilla y los freímos durante 10 minutos.