Desde que Venezuela y sus funcionarios fueron sancionados por la Unión Europea, a partir del año 2017, una de las principales consecuencias que esto trajo fue el bloqueo temporal de de las cuentas bancarias y los recursos de las representaciones consulares, tal como estaba establecido en el Reglamento UE 2017/2063 del Consejo de 13 de noviembre de 2017, pero en la actualidad, todo parece indicar que la situación ha vuelto a la «normalidad» y a pesar que el consulado tiene su cuenta del banco Sabadell activa, las autoridades consulares continúan cobrando en efectivo los servicios que prentan.
Esto supone una total opacidad en la gran cantidad de recursos que manejan en las sedes consulares que Venezuela tiene en España, donde cobran entre 50 y 80 euros por concepto de tasas consulares a todos los ciudadanos venezolanos por hacer trámites como la gestión del pasaporte y apostilla de documentos, entre otros; todo esto en efectivo, donde nadie puede tener un control sobre cuánto dinero entra a esta administración.
Solo para que las personas se puedan hacer una idea, la semana pasada llegó a España una valija diplomática con más de 126 mil pasaportes de venezolanos, que habían sido tramitados entre febrero y septiembre. Al hacer un cálculo sencillo, multiplicando los 80 euros que cobran a las personas el día que acuden a la cita para tramitar el pasaporte, por la cantidad de documentos que llegaron al país, el resultado es que recibieron más de 10 millones de euros en efectivo.
De manera extraoficial se supo que parte de ese dinero es utilizado para pagar las sedes consulares y a las compañías de seguridad privada que brindan apoyo a los cinco consulados que hay en España, pero la gran pregunta es ¿Adónde van a parar todos esos recursos en efectivo que cobran en los consulados venezolanos?
El diputado del Parlamento Europeo, Leopoldo López Gil, aseguró a Moncloa.com que la Unión Europea no cuenta con un mecanismo que permita verificar que se cumplen las sanciones impuestas contra el régimen venezolano, pero que es responsabilidad de cada uno de los estados miembros velar porque estas medidas se cumplan, por lo que en el caso de las irregularidades que ocurren con Venezuela, es culpa del Gobierno español, por no estar atentos al cumplimiento de las sanciones.
Desde el propio consulado de Madrid aseguran que desde que llegó a España, en calidad de cónsul, Glenna Cabello, hermana de Diosdado Cabello, quien es uno de los sancionados por la Unión Europea, ella es quien tiene todo el «poder» diplomático de Venezuela en el país y quien se encarga de gestionar la administración de los recursos económicos que entran en efectivo a todas las sedes consulares que están en España.
Esta funcionaria del régimen de Nicolás Maduro fue transferida desde Francia hasta el consulado de Bilbao, con el propósito de suavizar las relaciones entre Venezuela y España, que se tensaron a raíz de la visita de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien intentó ingresar en territorio europeo en enero de 2020, a pesar de que conocía el impedimento que había, a consecuencia de las sanciones impuestas contra el régimen de Nicolás Maduro y sus funcionarios.
No obstante, Cabello es quien detenta todo el poder diplomático de Venezuela en España y de mantener la opacidad en el manejo de la gran cantidad de recursos que ingresan a las sedes consulares.
Los propios trabajadores de estas sedes han denunciado que tardan hasta seis meses sin percibir sus sueldos y que desde Venezuela llegan valijas diplomáticas, cada cuatro o seis meses, con el dinero para sus pagos, que oscilan entre 4 mil y 5 mil euros, lo que les permite subsistir por algún tiempo, mientras llega la siguiente valija.
Toda esta situación ha generado una gran incomodidad entre los empleados de las misiones consulares, que aseguran que por más «fieles» que quieran ser a los ideales del régimen de Nicolás Maduro y al legado del difunto dictador Hugo Chávez, la situación económica de muchos de ellos es precaria, pues a pesar de la gran cantidad de dinero que entra a los consulados por concepto de los trámites que realizan, esos recursos son gestionado por la hermana de Diosdado Cabello, mientras que los salarios del personal consular depende directamente de la Cancillería de Venezuela, que es el organismo encargado de enviar las valijas diplomáticas con las asignaciones de los empleados y que en el caso de España puede tardar hasta seis meses en llegar, pero que hay otros países donde la situación es mucho más complicada y pueden pasar hasta un año sin recibir ninguna asignación salarial y que en los casos más graves, las sedes donde funcionan los consulados tienen deudas de alquiler y les han llegado a cortar los servicios públicos por impago, sin que ninguna autoridad venezolana haga algo por resolver la situación.