Alguien le ha comido la cabeza a Macarena Olona lo suficiente como para creer que puede hacer lo mismo que la dirigente italiana. La exdiputada de Vox ha iniciado una ronda de contactos para tantear el terreno y ver si es viable presentar un partido político. La dirigente, según cuentan fuentes cercanas a ella, lleva semanas manteniendo comidas con personajes clave que podrían formar parte de su nuevo partido. Lo primero que ha hecho es tantear la financiación, para lo que ya tendría fondos, tal y como aseguran estas fuentes. Ahora le queda ver cuando lanzarse y tantear si tiene posibilidades reales de arañar un puñado de votos. Pero Macarena Olona está decidida y desde Vox han asegurado de forma clara que son conscientes de que lo hará, pero confían en que los votantes vayan siempre a la marca original.
La lectura que hace Macarena está muy inspirada en lo que ha ocurrido en Italia. La exparlamentaria tiene claro que tiene mucho tirón mediático y considera que puede hacer más daño de lo que Vox espera que haga en caso de que se presente a las elecciones generales con su marca. La diputada acusa a Iván Espinosa de los Monteros de haberla enviado de una patada a Andalucía en contra de su voluntad. Y al concejal del Ayuntamiento de Madrid Javier Ortega Smith y al europarlamentario Jorge Buxadé de haberla hecho la cama para que abandonara el partido una vez no consiguió unos buenos resultados en Andalucía, «hundida» en parte, según detallan desde el propio entorno de la dirigente, por personas como Álvaro Zancajo.
Ahora, Macarena Olona se dedica a organizar comidas y cenas con todo lo que considera la jet set que le pueda abrir puertas para su nuevo proyecto político. Está decidida a hacerlo, pero necesita financiación y buenos acompañantes que le abran camino para emprender un proyecto con el que pretende arañar a buena parte de los votantes de Vox, así como de otros partidos. Sobre la ideología, no pretende variar mucho. El ejemplo de Italia deja claro que solo hace falta tirón mediático y un buen trabajo ante los medios para conseguir el objetivo deseado. La financiación parece que tampoco es un problema, pues hay más de un mecenas que estaría dispuesto a poner algo de dinero para sacar adelante la candidatura de Olona.
La idea es ir a las elecciones generales, pero tampoco se descartan otros escenarios y seguir el ejemplo de Íñigo Errejón. Es empezar un castillo desde cero y hay que ser lo suficientemente sutiles como para no cometer errores. Un fracaso electoral en forma de no representación supondría casi seguro la desaparición definitiva de Macarena Olona, por lo que de momento la exparlamentaria se está dedicando exclusivamente a tantear el terreno con discreción, pero sin pausa.
Macarena Olona tiene ahora mismo una agenda igual de complicada que la que tenía cuando estaba en política. Sobre sus quejas, insiste en que han sido los «aristogatos» los que forzaron su salida por cuestiones de ego. Pero ya ha pasado página y se dedica a su proyecto mientras desde Vox hay quien quiere anularla de todos los modos posibles. En Vox respiran tranquilos, pero saben que Macarena Olona podría hacerles algo de daño a nivel electoral si consigue montar una campaña decente. Pero ya hay quien como chascarrillo destaca que «si hace lo mismo que en Andalucía», pueden estar tranquilos.
CAYETANA, EL RECAMBIO DE MACARENA OLONA
Era un secreto a voces. La diputada del Partido Popular Cayetana Álvarez de Toledo prepara su llegada a Vox. La idea que tiene el partido de Santiago Abascal es la de que sea la «sustituta natural» de Macarena Olona, a quien ya han cerrado las puertas en público. Fuentes directas del partido aseguran que Vox ultima el fichaje de Cayetana Álvarez de Toledo para matar dos pájaros de un tiro: el primero, contar con un revulsivo de cara a las elecciones autonómicas, municipales y las propias generales; y el segundo, buscar una sustituta que evidencia de forma clara que Macarena Olona ya no tiene cabida en Vox. Desde la formación de Santiago Abascal se han negado a dar cualquier tipo de declaración.
A nadie en el Partido Popular le extraña que Cayetana Álvarez Toledo acabe entre las filas de Vox. Ya no solo por su discurso, sino por el hecho de que la diputada popular había roto la disciplina de voto en más de una ocasión, por no hablar de que no mantenía buenas relaciones en Génova con los suyos. El último «feo» de Cayetana Álvarez de Toledo a su partido se ha producido este jueves después de que rompiera la disciplina de voto para votar a favor de un 155 para garantizar el castellano en Cataluña. Álvarez de Toledo siempre ha sido más cercana ideológicamente a Vox que al Partido Popular, pero la salida de Macarena ha dejado una vacante que Vox ha querido cubrir con la famosa diputada.