La sopa de cebolla es uno de esos platos reconfortantes y maravillosos que no pueden faltar en nuestro recetario de otoño e invierno. Se considera que este plato tiene su origen en Francia, aunque hay registros antiguos de que se preparaba en muchos países europeos, ya que la cebolla siempre ha sido una hortaliza barata y de fácil cultivo. De hecho, se tiene conocimiento de recetas de sopa con cebolla desde la Edad Media. En un principio se venía como un plato humilde, propio de personas y familias que no tenían otras opciones de alimentación.
4UNA SOPA CON TEXTURA
Cuando esté lista la cebolla, incorporamos la harina y removemos para que se impregne bien. Dejamos que se cocine un par de minutos vigilando que no se queme, y a continuación añadimos el vino blanco y el litro de agua, sin parar de remover para que la harina se disuelva por completo. Comprobamos que está al punto de sal y pimienta y rectificamos si es necesario. Después cocemos durante unos 30 minutos más a fuego lento.