El Gobierno de Pedro Sánchez insiste en lavarle la cara a Nicolás Maduro, pese a que hace apenas una semana la Organización de Naciones Unidas ratificó los señalamientos contra el régimen venezolano por la comisión de crímenes de lesa humanidad cometidos contra los disidentes políticos y han asegurado que pese a las sanciones que han sido impuestas contra algunos de sus funcionarios, el mandatario venezolano sí puede ingresar a la Unión Europea.
Esta afirmación del Gobierno forma parte de una respuesta a la pregunta que formuló el diputado Pablo Cambronero a la mesa del Congreso, quien cuestionó la vulneración de las sanciones que España y la Unión Europea han impuesto al régimen venezolano, incluyendo el sobrevuelo por el espacio aéreo por miembros de la dictadura venezolana.
Ante la pregunta del diputado, la respuesta de las autoridades del Congreso fue que las sanciones impuestas por la Unión Europea son de carácter personal y que, en todo caso, Nicolás Maduro no es uno de los funcionarios que fueron sancionados, por lo que él sí puede ingresar al territorio que comprende la UE.
«La pregunta solo puede referirse a la prohibición de entrada o tránsito de la UE para las personas físicas que han sido objeto de sanción individual bajo el artículo 6 de la Decisión del Consejo 2047/2017. Ahora bien, Nicolás Maduro no tiene actualmente sanción individual, por lo que no tiene prohibida la entrada en territorio UE», respondió el Congreso ante la pregunta formulada por el diputado Cambronero.
Para nadie es un secreto que el Gobierno de Pedro Sánchez no ha querido reconocer al régimen venezolano como una dictadura, y que pese a que no reconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, sí reconocen a sus instituciones y a sus demás funcionarios.
De hecho, apenas unos minutos después que la ONU ratificara su oposición contra Venezuela y su régimen, como violador de derechos humanos y lo responsabilizara por la comisión de crímenes de lesa humanidad, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se reunió con su homólogo venezolano, Carlos Faría, en el marco de la 77º asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York.
Ante la respuesta del Congreso, el diputado Cambronero aseguró que tocará hacer la pregunta a la Unión Europea si es verdad que Nicolás Maduro si puede ingresar al territorio común de los 27, a pesar que sobre sus funcionarios pesan sanciones impuestas por la UE desde 2017.
A comienzos de 2020 hubo en España un escándalo por la llegada de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez
En pocas palabras, el Gobierno de Pedro Sánchez sigue evitando condenar al régimen de Nicolás Maduro, pese a que la comunidad internacional sigue denunciando los excesos cometidos por la dictadura venezolana y que justamente España es el país de Europa donde más han llegado venezolanos, huyendo de toda la situación política y económica que mantiene al país caribeño sumido en los más altos índices de pobreza y precariedad.
Para nadie en España es un secreto el corte socialista de Pedro Sánchez y su afinidad con el pensamiento ideológico del régimen Venezolano, pues justamente sus socios de Gobierno, el partido Podemos, nació financiado por el régimen de Hugo Chávez y que en la actualidad hay en manos del Poder Judicial procesos de investigación relacionados con presuntos financiamientos irregulares por parte del chavismo a los líderes fundadores del partido morado.
De hecho, hay que recordar que a comienzos de 2020 hubo en España un escándalo por la llegada de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, quien intentó ingresar a España en un vuelo procedente de Venezuela y que tenía como destino final la ciudad de Estambul, en Turquía, con una parada «técnica» en Madrid, donde la número dos del chavismo supuestamente pretendía acudir a citas médicas.
Al final, las autoridades españolas, y en especial el entonces ministro de Transporte, José Luis Ávalos «atajó» a Rodríguez en el aeropuerto de Barajas y evitó que pisara suelo español, pues la funcionaria del régimen chavista es una de las 25 sancionadas por la Unión Europea.
Toda esta situación generó revuelo entre las autoridades y los partidos políticos de oposición, pues mucho se especuló sobre el propósito de la visita de Delcy Rodríguez a España y sobre la permisividad de las autoridades españolas para con la funcionaria, que ya se sabía que estaba sancionada, pues ella apareció en la lista publicada en junio de 2018, de acuerdo con un comunicado de la Unión Europea que señalaba que «las personas incluidas en la lista son responsables de violaciones de los derechos humanos y de socavar la democracia y el Estado de derecho en Venezuela». Esto se publicó en la segunda lista de sancionados que publicaron los 27 y que incluía también a otros funcionarios como Tareck El Aissami y a Elías Jaua, ambos, ministros del régimen chavista.
En todo caso, a pesar de que las autoridades españolas hayan respondido al diputado Cambronero que los funcionarios del régimen venezolano pueden sobrevolar el espacio aéreo de la Unión Europea y que Nicolás Maduro sí pueden ingresar al territorio, debido a que sobre él como persona no pesa ninguna sanción personal, seguramente a las autoridades de la Unión Europea no le hará mucha gracia que España sugiera que bien podría recibir a un personaje como el dictador venezolano.