El eterno drama que tenemos todos a la hora de comer es elegir entre aquello que es sano y aquello que nos gusta. A veces pareciera que las recetas menos sabrosas fueran las que mejor le sientan a nuestro cuerpo, como si placer y salud no pudieran ir de la mano. Si eres de los que todavía piensan esto, no puedes perderte esta exquisita receta de ensaladilla de calabacín, una receta sana y riquísima que harás una y otra vez.
6Preparación para la ensalada de Arguiñano
Al igual que la ensaladilla de calabacín, tienes que estar muy atento en cada uno de los pasos e ir por partes. Empezamos calentando la sartén, sin poner nada de aceite, añadiendo sésamo y esperando a que se tueste un poco, vigílalo para no pasarte. Lo quitas de la sartén cuando hayas conseguido lo que quieres y lo reservas para después. Picamos el diente de ajo y la cebolleta en daditos. Los ponemos en un recipiente óptimo. Ponemos vinagre, entre seis y ocho cucharadas de aceite y un poco de sal. Mezclamos y dejamos reposar hasta que terminemos los pasos que quedan en la receta.