Los aros de cebolla son un complemento clásico, a la altura de los nuggets o las alitas de pollo, muy famosos por ser bastante consumidos en muchas cadenas de comida rápida. De un tiempo a esta parte, de hecho, también hay muchas marcas de productos precocinados que han hecho que se compren congelados para solamente tener que freírles. En cualquier caso, hacerlos caseros, por mucho que lleve algo más de tiempo, siempre resulta más saludable y sabroso.
Además, como explicaremos paso a paso a continuación, es un aperitivo muy sencillo de preparar.
4La importancia de la harina para los aros de cebolla caseros
Cuando tengamos los aros listos, es el momento de pasarlos por harina. Hay gente que prefiere esperar a que estos hayan estado un rato en la nevera primero, pero lo cierto es que tampoco se trata de un paso que hagan la mayoría de los cocineros. En especial porque si se lleva a cabo el plato pierde una de sus gracias: es muy rápido de preparar.
En cualquier caso, lo dicho, se rebozan con harina las rodajas de cebolla, teniendo en cuenta que la harina tiene que ser fina, normal, o de lo contrario puede suceder que después el resto del rebozado de los aros no se adhiera del todo bien. Es un truco o un detalle importante.