Los nuggets de pollo son una receta que suele gustar a todo el mundo, pero que causan sensación entre los más pequeños de la casa. La costumbre más habitual es comprarlos congelados, o ya preparados únicamente para freír, pero no es la única. De hecho, como suele suceder en la mayoría de estos casos, si se hacen encasa, están mucho más sabrosos, además de ser más sanos.
Pero lo mejor de todo en relación a este plato, que puede servir tanto de comida como de cena o incluso a modo de aperitivo, es que es mucho más sencillo de elaborar de lo que se podría pensar en un principio. Ya se tenga experiencia o no en la cocina, en poco más de veinte minutos es posible tener listo y dispuesto en la mesa para disfrutarse.
2Una receta ya no tan americana
La historia de los nuggets de pollo es muy similar, por así decirlo, a la de las hamburguesas. Las dos son platos surgidos originalmente en Estados Unidos, pero que poco a poco se han ido volviendo cada vez más populares en todas partes, quizá en gran medida gracias a su buena acogida entre los más jóvenes.
Una buena ventaja también de los nuggets, que muchas veces ejercen como complemento de otras comidas, radica en que se pueden y suelen acompañar de todo tipo de salsas. Los nuggets caseros, por supuesto, no son una excepción a esta regla.