Juan Lobato no disimula absolutamente nada. Sus aspiraciones políticas las tiene muy claras, pero durante las últimas semanas el secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Madrid ha estado de los nervios, al ver cómo el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, se pasea por la opción de escoger entre sus ministros a algún candidato «de peso» para incrustarlo en las listas de las elecciones municipales y autonómicas que se celebrarán en mayo de 2023.
Dentro del PSOE se manejan varios nombres, pero Lobato busca hacer lobby, porque su norte está puesto en llegar a coronarse como presidente de la Comunidad de Madrid, a pesar de tener bien claro que su partido no tiene casi la más mínima opción de obtener una mayoría suficiente que los lleve a conquistar ese cargo.
De momento, su reto más grande es lograr que las ungidas no sean la ministra de Justicia, Pilar Llop y a la ministra de Defensa, Margarita Robles, dos de las fichas que Pedro Sánchez tiene vistas dentro de su Consejo de Ministros y que ya están sonando por los predios de Ferraz, donde si algo tienen claro es que necesitan escoger con pinzas a los candidatos porque tras la derrota que que tuvieron en las elecciones andaluzas, con Juan Espadas, el pasado 19 de junio, la meta es que la jornada de mayo no los deje tan mal parados en el resto del país.
Lobato está de campaña, y todas las semanas se inventa un plan para salir a las calles de Madrid para tratar de conseguir adeptos que quieran regalarle su voto en los próximos comicios. el secretario general del PSOE Madrid enfoca todos sus esfuerzos en estas muy activo en sus redes sociales y en aparecer en cuanto medio de comunicación puede, para encabezar titulares que demuestren que trabaja incansablemente.
Robles fue muy clara al decir que ella no se veía como candidata para las elecciones autonómicas y municipales en Madrid, pero Pedro Sánchez todavía le tiene la cuenta pendiente de todo lo que ha pasado con el caos Pegasus, y a pesar de que el jefe del Estado ha dicho que no habrá una crisis de Gobierno, estas movidas pre electorales podrían ser la salida más digna que le puedan dar dentro del Ejecutivo a la ministra de Defensa.
Sin embargo, Juan Lobato sabe que él tiene mayor influencia dentro del PSOE y que se ha trabajado el puesto, porque aspira a más, aunque al final lo tenga claro y sabe, de sobra, que la última palabra no será suya. Justamente esto es de lo que se ha valido Llop para alimentar sus aspiraciones, porque ella si ha sonado más fuerte, pero la ministra también ha visto como ha crecido el líder madrileño.
Las quinielas del PSOE van cambiando, de acuerdo con la manera en que se van desarrollando los acontecimientos políticos en el país, por lo que hay nombres que suenan por algunos lados pero que en otros predios niegan rotundamente que puedan tener opción dentro de unas elecciones.
Pedro Sánchez pone a sudar frío a Juan Lobato cada vez que suena un nombre nuevo de la criba ministerial que se han montado entre los que encajan dentro de las filas del PSOE. Otro de los nombres que también ha sonado para posicionarme como el ungido para Madrid es Fernando Grande-Marlaska, el ministro del Interior que lleva rato sonando como otra de las piezas del Ejecutivo que saldrá y todo parece indicar que Sánchez también podría elegirlo para estas listas de Madrid.
De acuerdo con los plazos que manejan en el PSOE, las candidaturas deberían estar listas para el 19 o el 20 de septiembre, por lo que estas últimas semanas antes de que se anuncien formalmente tendrán a Lobato con el susto, sin saber cuántos ministros más podrían ser mencionados en las listas de Pedro Sánchez. Al final, la postulación a las elecciones ha sido el mecanismo que escogió Sánchez para hacer movimientos estratégicos dentro de su Gobierno.
Por su parte, Lobato continúa tratando de «enamorar» a los que en Ferraz todavía tienen dudas sobre si debe ser él, pese a que el grueso de los socialistas están más que de acuerdo con esa propuesta, porque es de las piezas del partido que más en serio se ha tomado su trabajo.
El político madrileño insiste en destacar que mucho se ha trabajado el lugar que ocupa hoy en día dentro de su organización política, por lo que el partido está dividido y expectante, pero tienen muy claro que el panorama es un poco incierto, en estos momentos en los que saben que el liderazgo socialista en España atraviesa una crisis generalizada, debido a lo que ha sido la gestión de Pedro Sánchez durante toda su legislatura, pues las encuestas no los favorecen ni siquiera en los enclaves que por tradición han sido del PSOE.