Saliendo ya del verano dejamos un poco más al margen los gazpachos, ensaladas, ensaladillas, frutas… en general platos fríos, y volvemos a dar protagonismo a los guisos, las recetas de cuchara y por supuesto las salsa para acompañar a carnes, pescados, pasta… No detenemos en esta última, porque, aunque la consumimos todo el año, con la llegada del frío la hacemos más, sobre todo espaguetis o tallarines. Además, es un plato que puedes hacer en abundancia y tomar en días sucesivos para la semana. Pero el dilema es con qué salsa. Muchos prefieren la boloñesa, otros la pesto, pero hay otra que triunfa siempre: la carbonara. Vamos a ver cómo hacerla perfecta, digna de un chef italiano.
6DE HUEVOS Y NATA

Como decimos y reiteramos ante los más escépticos, la salsa carbonara original no lleva nata, y en parte también se evita que no quede cremosa. Para esa cremosidad que da el toque de maestro a la salsa tiene que entrar en juego el huevo, y no la nata. De hecho, es mejor usar solo las yemas, una por comensal; hay otros que prefieren usar las yemas y un huevo entero, para alcanzar ese punto adecuado; y otros huevos enteros, como hemos indicado aquí. Es probar para ver cómo queda mejor o gusta más a los comensales.
Pero hay más puntos clave porque otro de los toques maestros tiene que ver con la simbiosis con la pasta que hayas cocido y preparado…