Un manjar al alcance de todos. Las patatas fritas son el complemento ideal para cualquier plato, ya sea una hamburguesa bien jugosa, un trozo de pescado o con un huevo frito para mojar la yema. A pesar de ser un plato popular que todos cocinamos en casa, hay muchas veces que nos cansamos de su sabor y preferimos optar por una ensalada o otro acompañamiento. Para que no te vuelvan a aburrir unas buenas patatas fritas, te vamos a enseñar la especia que cambiará por completo esta receta que se prepara desde tiempos inmemorables.
6QUINTO PASO: CALENTAR LA SARTÉN
Antes de sacar las patatas fritas del congelador, vamos a coger la sartén con una generosa cantidad de aceite y lo ponemos al fuego a temperatura media/alta. El truco para saber si el aceite está a la temperatura ideal para freír es utilizar un termómetro, que lo podemos comprar en cualquier bazar por menos de cinco euros. Si no tienes este utensilio de cocina, puedes coger un trozo duro de pan y cuando empiece a dorarse es el momento para añadir nuestras patatas.
