Todo aquel que tenga botiquín de medicinas en su casa tiene ibuprofeno. Ese medicamento que se ha convertido en el comodín de millones de personas cuando les presentan cuadros de fiebre o algún tipo de inflamación. Este fármaco no solo mitiga el dolor, sino que también presenta propiedades antiinflamatorias y baja la fiebre. De hecho, se creó para combatir la fiebre y combatir dolores leves o moderados como la migraña o la menstruación dolorosa. Hay quienes se despiertan con dolores que no quieren seguir soportando y van rápido a consumir esta pasilla. ¿Esto es sano? ¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando haces esto? ¡Te lo contamos!
8Consejos para padres
Asegúrate de que tu hijo no toma medicamentos que ya tienen ibuprofeno. Para los niños, dale la dosis con cuentagotas o dosificador que vendrán con el tiempo. Así te cercioras de que no le das más dosis de la que necesita ni tendrá efectos adversos. Si lo que quieres es bajar la fiebre, ten en cuenta cuánta tiene y cuál es su edad, leyendo las instrucciones del producto, diferente en cada caso según la forma en la que hayas comprado la composición. En caso de que el niño escupa parte del medicamento, ármate de paciencia, espera a que se tranquilice y vuelve a intentarlo. Nunca le des a tu hijo más de 4 en 24 horas y cada 6 u 8 horas. Si al pequeño no le gusta el sabor, puede probar con otro formato. Algunos niños pueden presentar sensibilidad ante los colorantes. Si fuera el caso, usa un tipo de ibuprofeno que no los contenga.