La cabeza de su hermano Diosdado tiene un precio de 10 millones de dólares para el Gobierno de Estados Unidos, porque lo asocian con redes de narcotráfico. Mientras, ella disfruta de las mieles del capitalismo, sin padecer las calamidades del socialismo impuesto por el régimen chavista en Venezuela, ahora en España, donde se desempeña desde hace 11 meses como cónsul del país suramericano en Bilbao. Se llama Glenna Del Valle Cabello de Daboín, otra de las figuras del régimen de Nicolás Maduro que han hecho de España el lugar perfecto para pasar inadvertidos.
Esta mujer del chavismo llegó a España con la misión de tratar de enmendar el desastre ocasionado con Delcy Rodríguez en 2021, que intentó burlar las sanciones impuestas por la Unión Europea y dejó en evidencia la buena relación que el gobierno de Pedro Sánchez tiene, bajo cuerda, con el chavismo .
Cabello llegó a España procedente de Francia, donde se desempeñó también como cónsul, aunque gente muy cercana a la chavista asegura que era la «embajadora» tras bastidores, pues acumulaba gran cantidad de poder, al igual que lo tiene su hermano Diosdado en Venezuela, donde detenta una gran influencia dentro del ala más radical del chavismo, sin tener ningún cargo público.
La «diplomática» llegó a España después que Pedro Sánchez y su Gobierno han reconocido a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, con la salvedad de que a pesar de no reconocer a Nicolás Maduro como figura de autoridad del país caribeño, reconocen a sus autoridades y sus instituciones, y más si vienen con la línea directa del olimpo chavista, como es el caso de Glenna, pues Maduro intenta enmendar el fiasco de la actual vicepresidenta, sobre todo porque sabe que esta pieza es más discreta.
Gente de su entorno la describen como una mujer de temperamento fuerte y muy mal genio, que esta consciente del poder que ella y sus hermanos tienen, solo por ser aliados del chavismo en Venezuela y que poco a poco ha ido buscando hacerse espacio en las agendas de los políticos españoles. Cree que es inmune a la justicia de los demás países del mundo, tal como lo han sido durante las últimas dos décadas en Venezuela. De hecho, esta persona llegó a ser consejera de la Misión permanente de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) por la influencia que su hermano tiene dentro del poder en su país.
Resulta paradójico que la hermana de uno de los hombres más poderosos dentro del chavismo haya cambiado a Francia por España, pero desde el punto de vista ideológico tiene más sentido que haya ido a parar a justamente a Bilbao y que en sus redes sociales constantemente comparta información sobre el partido político EH Bildu Bilbo en un país como España la materialización política de la izquierda abertzale (ETA), la ideología nacionalista e independentista vasca.
La cónsul de Venezuela en Bilbao es de piel sensible, pero tiene clara cuál es su misión en España. En su paso por Francia, en 2019 denunció a la periodista y fotógrafa venezolana Andreina Mujica, a quien señaló de haberla amenazado de muerte, por una publicación que hizo la afamada comunicadora en su página de Facebook, a propósito de la detención de otro periodista venezolano, Luis Carlos Díaz, quien fue detenido durante algunas horas por la dictadura venezolana.
Mujica fue citada por la policía francesa casi dos años después de haber hecho esa publicación y tras dos horas de interrogatorio fue dejada en libertad. La defensa de su caso está en manos del prestigioso bufete francés del abogado François Zimeray, que posteriormente contrademandaron a la hermana de Diosdado Cabello por denuncia calumniosa. El proceso sigue su curso y en septiembre la funcionaria chavista tendrá que comparecer ante la justicia francesa para dar la cara.
Cabello ahora es una de las piezas claves de Nicolás Maduro en España, pues aunque el Ejecutivo no lo reconoce como el presidente de Venezuela, la llegada de Gustavo Petro al poder en Colombia podría fomentar el cambio que tanto busca el chavismo, con movimientos estratégicos como el de la diplomática.
Mientras, España el sanchismo evalúa cuáles serían los pro y los contra de reconocer a Nicolás Maduro como presidente del país suramericano y fue justamente ese uno de los temas que se tocó en la reunión que tuvo el presidente Pedro Sánchez en su visita a Colombia, esta semana. El presidente y su gente lo anhelan, pero saben que dentro de la Unión Europea no lo permitirán.
Por el lado del régimen venezolano, también están tanteando la opción de utilizar al presidente colombiano como ficha para que comience a abrirle las tribunas internacionales y España es uno de los objetivos claves para el régimen, por lo que la reunión Petro – Sánchez ha sido clave y podría comenzar a generar resultados en las próximas semanas, justo cuando Nicolás Maduro intenta vender al mundo que hay una nueva era política y económica en Venezuela.
De momento, Glenna Cabello disfruta de su bajo perfil en España, moviéndose estratégicamente entre políticos que le puedan ayudar a gestionar la simpatía del Gobierno por el régimen venezolano.