No se trata ya de que en verano tengamos más las ventanas abiertas y se introduzca la contaminación de la calle en tu casa. Independientemente de eso, hay malas noticias: en muchas casas el aire es más nocivo que el que respire en la calle. Por eso vamos a explicarte el porqué y sobre todo qué hacer para disfrutar de un aire limpio, porque por mucho que pases horas fuera de casa, estás muchas horas sumando las que duermes entre las paredes de tu hogar, así que mejor respirar bien y sano.
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En vez de ellos, compra al menos productos de limpieza con la cantidad menor de símbolos de corrosivo, inflamable, tóxico… pero te recomendamos los ecológicos, aunque son algo más caros. Hay otra solución, bien barata y encima totalmente natural: crear tus propios limpiadores caseros. Con vinagre, limón y bicarbonato, tres productos que siempre tienes en casa, puedes limpiar de todo y a fondo, si sabes cómo combinarlos.
Otra maravilla y que apenas te supone gastarte entre 30 y 50 euros, es comprar una vaporeta con la que limpias y desinfectas toda la casa con el elemento más natural: el agua, en este caso calentado y lanzado como vapor que deja tu casa perfecta. No tendrás que volver a comprar producto alguno, ni siquiera andar con trucos a base de vinagre, limón o bicarbonato. Ah, y llena tu casa de plantas que purifican el aire.
