El Partido Popular de Madrid está algo alucinado con los pasos que está dando Yolanda Estrada, una de las diputadas de la Asamblea que más proyección tenía en el partido. Fuentes de la formación aseguran que Yolanda hace tiempo que «se ve» como la candidata del PP a Pozuelo de Alarcón en sustitución de la defenestrada y muy criticada Susana Pérez Quislant, pero lo que no ha gustado en el seno de la formación es que Yolanda Estrada se esté acercando a Cuca Gamarra para garantizarse un «plan B» que le permita ascender y dar el salto de la Asamblea de Madrid a un cargo mejor. En el PP de Madrid no entienden que Yolanda esté trabajando en una segunda vía además de su buena relación con la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso. Y que esa vía pase por camelarse al entorno de Alberto Núñez Feijoo.
Cuca Gamarra está siendo el único enganche que tienen los populares con la administración de Feijoo. Según fuentes del partido, el núcleo duro del expresidente de la Xunta solo se relaciona con otros gallegos y ha convertido la séptima planta de Génova en un búnker poco accesible para quienes quieren medrar en la formación. Sin embargo, Yolanda Estrada parece haber encontrado una vía con la que reforzar sus contactos internos. La diputada de la Asamblea está encantada con la idea de verse como sustituta de Susana Pérez Quislant. El problema es que para serlo no solo tiene que dar un paso al frente cuando el PP de Madrid saque a la alcaldesa de Pozuelo, sino que también debe quitarse de encima la sombra del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, quien también aspira a hacerse con el puesto.
También la labor de su pareja, Juan Carlos Vera, está ayudando a Yolanda Estrada a relacionarse algo mejor y conseguir sus objetivos. Ambos se apoyan mutuamente para ascender políticamente y conseguir así mejorar su posición dentro del PP. El papel de Juan Carlos tampoco pasa desapercibido para el PP de Madrid y para la propia presidenta.
no había ni una sola fuente en el PP de la capital que no hablara del futuro prometedor de Yolanda Estrada
Yolanda Estrada ha hecho saltar las alarmas en el PP de Madrid porque precisamente ella tiene una buena relación con la presidenta de la Comunidad de Madrid. Hasta ahora, no había ni una sola fuente en el PP de la capital que no hablara del futuro prometedor de Yolanda Estrada de la mano de la presidenta. El problema es que sus intentos de llegar a Cuca Gamarra han llamado la atención en Sol y no comprenden cómo puede estar trabajando en una segunda vía a espaldas de lo que diga Alfonso Serrano. De momento ha sido más o menos discreta, pero esto no ayuda a su pretensión a marcharse a Pozuelo en calidad de candidata. Al menos es lo que aseguran fuentes de Sol.
La inquietud de Yolanda Estrada por dar el salto a algo más se llevaba meses dejando ver en el PP de Madrid. No es ningún misterio para el entorno de la presidenta que Yolanda era de las primeras que presentaba o dejaba caer su candidatura para hacerse con algo mejor. Ser diputada le sabe a poco y sabe que ahora llega un contexto perfecto para dar el salto a otra cosa. Ser alcaldesa suena bien, pero serlo de un municipio como el de Pozuelo mucho mejor. Lo que no ha gustado es que Yolanda Estrada haya empezado a buscar buenos contactos en Génova para asegurarse un futuro político mejor que el que le espera. Y más cuando desde el PP de Madrid aseguran que la administración de Alberto Núñez Feijoo «ni pincha ni corta» en las decisiones internas sobre quién será alcalde en dónde.
Los paseos de Yolanda Estrada por Génova, o la pretensión de darlos con más asiduidad, han recordado en Sol a los que daba el consejero de Presidencia, Interior y Justicia, Enrique López, cuando Pablo Casado reinaba en el PP. Esa obsesión de algunos populares de hacerse notar en Génova (concretamente en la séptima planta tan deseada) crispa, y mucho, en la Comunidad de Madrid. Y más cuando las aspiraciones de los diputados autonómicos normalmente pasan exclusivamente por las manos de las delegaciones territoriales. Ayuso acordó con Alberto Núñez Feijoo que no se tocaran los procesos internos del PP de Madrid y que dejara que fuera la presidenta la que tomara todas y cada una de las decisiones. Yolanda no tiene mucho que ganar con Cuca Gamarra de cara a su hipotética candidatura a Pozuelo, pero lo que sospechan en Sol es que este acercamiento a Cuca Gamarra tiene que ver con la idea de buscarse un «plan B» que vaya más allá de una mera candidatura municipal, por muy importante que sea para ella.
Cuca Gamarra, por su parte, trabaja con cierta autonomía dado que todo el núcleo duro del Partido Popular se ha trasladado en Galicia. Las reuniones de más alto nivel del partido tienen más probabilidades de celebrarse en Pontevedra que en Génova. Con todo esto, Cuca Gamarra marca su papel con la sensación de que no goza de la plena confianza del gallego. No es el mejor árbol al que arrimarse, pero sí que puede servirle a Yolanda para conseguir un plan B en caso de que Isabel Díaz Ayuso no le dé lo que quiere: más relevancia en el Partido Popular de Madrid.