Cada verano muchísima gente elige la playa como destino para disfrutar y descansar durante sus vacaciones. Aparentemente, se trata de un lugar seguro, en el que toda la familia lo puede pasar en grande sin correr ningún riesgo, sobre todo aquellas playas que ya se han convertido en frecuentes destinos turísticos. Pero no siempre se conocen todos los detalles de las mismas, no del todo. Por ejemplo, hay quien no tiene del todo claro qué significa la bandera amarilla.
En este artículo trataremos el tema en profundidad.
Bandera amarilla, cuestión de seguridad en la playa
Por mucho que las playas tiendan, como decíamos, a considerarse lugares seguros, el mar siempre resulta impredecible. Y no son pocos los bañistas que cada temporada estival se pegan algún que otro susto cuando el oleaje se encuentra revuelto. Por eso, existen algunos protocolos que advierten de la situación en la que se encuentra el agua.
Al fin y al cabo, cuando uno va a la playa, lo más normal es que aproveche para darse un baño o nadar un poco. Pero, ¿cuándo esta práctica común se convierte en un posible peligro?
¿Qué significan las banderas de la playa?
Quien más y quien menos, todo el mundo sabe qué quieren decir las banderas que se colocan en la playa. Su razón de ser, por así decirlo. Son señales que identifican el estado en el que se encuentra el mar, de cara a los bañistas. De esta forma uno puede saber si es prudente o no meterse en el agua.
Hasta ahí, todo claro. Por ejemplo, la bandera que con más frecuencia suele ondear en las playas de toda España es la verde. Y lo que quiere decir tampoco admite muchas dudas: el mar está tranquilo y es perfectamente razonable disfrutar de él, siempre y cuando uno no haga locuras (algo que, en última medida, ya dependerá de él, no del oleaje ni nada por el estilo.
¿Quién coloca las banderas en la playa?
Como es natural, las banderas no son automatismos que señalen el estado en el que se halla el mar por sí mismas. Elegir qué bandera, de qué color es la más adecuada para cada momento diferente es tarea de una serie de profesionales que cumplen los protocolos establecidos.
Por regla general son los propios socorristas, encargados de velar por la gente que cada jornada se decide a visitar las playas en verano, quienes determinan, ajustándose a los correspondientes criterios, quienes seleccionan el color más adecuado. Por supuesto, son las autoridades, como siempre, las que tienen la última palabra al respecto, como sucede con todo.
La bandera amarilla y su significado
Si bien la bandera verde, como comentábamos, no genera ningún tipo de confusión entre los bañistas, no todo el mundo sabe qué significa la bandera amarilla. Seguramente si se le preguntara a la mayoría de la gente que está en la playa estos dirían que quiere decir “bañarse, pero con precaución”. Eso es cierto, pero no del todo exacto ni preciso.
En realidad, la bandera amarilla puede significar varias cosas. Su presencia es la más “ambigua” de todas, puesto que es capaz de indicar que el mar está relativamente revuelto, con olas con las que hay que tener cuidado, pero también, por ejemplo, que hay corrientes marinas que pueden suponer un riesgo para los bañistas, sobre todo para aquellos que se alejan de la orilla para nadar.
Precisiones de la bandera amarilla en la playa
Son varias las circunstancias que puede advertir una bandera amarilla en una playa, más allá de lo alterado o no del mar y su oleaje. Sin ir más lejos, estas pueden determinar la presencia de algún tipo de improvisto, ya sea por un tema de contaminación (algo que, por desgracia, cada vez es más común en muchas costas), la aparición de elementos flotantes, que pueden tener muchos orígenes distintos, o también de animales peligrosos.
Con respecto a estos últimos, lo más común es que hablemos de medusas, todo un incómodo clásico de nuestras playas, si bien estas también se suelen señalar con una bandera propia que precisa con mayor detalle su presencia.
Qué es lo que no tienes que hacer con bandera amarilla en la playa
En cualquier caso, existe una cierta confusión alrededor de lo que puede representar la bandera amarilla de una playa. Tanto es así, que durante este verano ha sido la propia Guardia Civil la que ha querido explicar, por medio de sus redes sociales, lo que viene a significar.
Básicamente es lo siguiente: Prohibido el baño en aquella profundidad en la que el bañista no toque fondo con los pies (con la cabeza fuera del agua, se entiende). O lo que viene a ser lo mismo: solo bañarse donde se hace pie. Una regla que, ya decimos, no todo el mundo conoce.
Otras banderas menos frecuentes
Tampoco hay que olvidar, está claro, la bandera roja. Interpretar esta es más fácil: está prohibido bañarse, ya sea por el complicado esto del oleaje o por algún animal en las inmediaciones. Pero no es frecuente, por fortuna, encontrarla demasiado a menudo en nuestras playas, y menos aún en época estival.
Por último, está la también poco habitual bandera negra, que viene a decir que hay pozo u otros peligros similares en el mar.